5 cosas que tenés que saber del Dengue
Ante las consultas de vecinos, te contamos lo más importante que tenés que saber sobre el Dengue.
1) Hay una sola especie de mosquito que transmite la enfermedad del Dengue que es el Aedes Aegypti. El mosquito común, que vive en parques, arroyos o cunetas NO transporta la enfermedad.
2) Este mosquito es domiciliario, se cría en agua limpia y a la sombra, floreros, bebederos de animales, piletas, baldes, tachos, lonas con agua, incluso en lugares pequeños como las tapas de recipientes, son sus lugares de desarrollo. Por eso, es importante tener el jardín en orden, sin elementos que puedan acumular agua tras una lluvia entre otras cosas.
3) El Aedes Aegypti es un mosquito que vuela habitualmente dentro de un diámetro de 50/60 metros de donde nació. Es decir que pica donde nace. Por eso limpiar tu domicilio es la mejor manera de cuidarte.
4) La fumigación masiva NO es efectiva contra el Aedes Aegypti, ya que solo es posible realizarla en calles, veredas y plazas; pero no alcanza el interior de los domicilios. Además, solo sirve para matar al adulto, pero no afecta a sus crías (larvas) ni huevos. La fumigación dentro del domicilio solo se recomienda cuando se detecta la enfermedad, y en un radio no mayor a los 100 metros.
5) El Aedes Aegypti NO nace con la enfermedad del Dengue. Para contagiar, el mosquito adulto debe haber picado a una persona que ya contenía la enfermedad previamente. Por eso quién tiene síntomas debe cuidarse de que no lo vuelvan a picar usando repelente y quedándose en su domicilio.
Es importante comprender que la principal medida de prevención del Dengue es eliminar los posibles criaderos, es decir, todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser eliminados.
Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente debe evitarse que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o cambiándoles el agua cada 48 horas (floreros, bebederos de mascotas).
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