Los integrantes del Family Circus siguen varados en Ramallo
El Family Circus lleva su arte por diferentes puntos del país y Ramallo suele ser uno de los destinos que visita con cierta asiduidad. A principios de febrero – en pleno carnaval – llegaron a Pérez Millán, luego se presentaron en Villa Ramallo y el último destino era la ciudad de Ramallo. Ahí pensaban actuar durante algunos días de marzo y luego partir para recorrer pueblos santafesinos. Pero el comienzo de la cuarentena los tomó desarmando la carpa para poder seguir viaje, pero finalmente no lo pudieron hacer. Por estas horas, y a más de 50 días de haber empezado con esta gira en el partido, aún siguen en este suelo ante la imposibilidad de salir a la ruta.
“En la ciudad de Ramallo trabajamos un fin de semana y cuando íbamos a presentar las últimas funciones para irnos se comenzó con la cuarentena. Ya sabíamos que los circos íbamos a tener problemas laborales y también de traslado por el Coronavirus, pero no creíamos que iba a ser de esta manera”, aseguró Walter Rutkus.
En Circo Family trabajan 22 personas, ellos están acompañados por sus familias, y el dinero con el que cuentan es el que cobran por las funciones. Al no trabajar, no ingresa dinero y esto los comenzó a golpear hace unos cuantos días: “La mayor problemática no es quedarse muchos días en un lugar, porque la verdad que hemos recibido un muy trato en esta ciudad. Realmente no salimos de nuestro asombro por el acompañamiento que nos están dando y las donaciones que nos traen, pero ya hace casi dos meses que no estamos trabajando. Nosotros vivimos de lo que generamos día a día, al no poder funcionar no ingresa dinero, y si teníamos algunos ahorros ya se están terminando”, contó Walter a continuación.
La solidaridad ramallense
En momentos que EL NORTE visitaba el lugar y realizaba la entrevista, llegaron comerciantes locales a traerle facturas, bizcochos y pan, la propietaria de una panadería, y un comerciante dedicado a la fabricación de pastas le ofreció que fuera a buscar 5 kilos al negocio. “Esto es casi a diario y así la vamos sobrellevando. Desde el municipio, pasando por la dueña del terreno que nos deja seguir acá y los vecinos que nos acercan donaciones, todos nos están dando una mano gigante en esta situación que nunca pensamos estar viviendo”, aseguró luego.Ellos saben que en algún momento esta situación va a pasar y van a poder partir. Mientras tanto siguen ensayando, preparando nuevos números y con muchas ganas de presentar un espectáculo para agradecer tanto amor que recibieron. “Más allá de la ayuda con comestibles, muchas personas se acercan a saludarnos, a brindarnos su apoyo y a preguntarnos en que los podemos ayudar. Eso te emociona, porque nosotros no somos de Ramallo, somos del país, porque llevamos nuestro arte por diferentes lugares, pero ellos nos hacen sentir uno más. Por eso ya estamos hablando para que una vez terminada la cuarentena y podamos partir, vamos a hablar con el municipio para hacer una presentación gratis y al aire libre para que vengan todos quienes aman el circo”, dijo Walter, visiblemente emocionado, para cerrar la charla.
De igual manera y más allá de la generosidad de los vecinos, los integrantes del circo se las ingenian para poder ganar algún dinero. Desde el corte de pastos, hasta alguna changa y en estos últimos días llevando pochoclo al estilo Delibery para aquella persona que lo requiera, son algunas de las salidas laborales improvisadas que han encontrado en medio de esta eterna estadía en suelo ramallense.Hoy, el Circo Family sigue en un predio ubicado sobre la Avda. San Martín de Ramallo y a la espera de poder seguir llevando alegría a otros lugares.“Estamos Más que agradecidos con los vecinos de Ramallo”, dijo Walter Rutkus.
Fuente: Diario El Norte