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El Gobierno accedió a negociar excarcelaciones para frenar un motín

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Durante 17 horas hubo una revuelta en Villa Devoto y hoy se realizará una mesa de diálogo con una delegación de presos, que integra un cuádruple homicida

Un grupo de cuatro representantes de los presos del penal de Villa Devoto y del Ministerio de Justicia de la Nación, acordaron una tregua hasta hoy a las 10, en el violento motín que se extendió durante 17 horas.

El acuerdo se firmó luego de una negociación realizada en la capilla del penal, entre el secretario de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena, el director nacional del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Emiliano Blanco, representantes de la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN), el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) y los presos Guillermo Álvarez, Carlos Palazzo, Eduardo Vera y Ricardo Castro, que representaron a los pabellones de los módulos I, II, III, IV y VI del Complejo Penitenciario de la ciudad de Buenos Aires, más conocida como la cárcel de Devoto.

Según el acta firmada, las autoridades penitenciarias se comprometieron a no realizar traslados de internos cuyo origen sean los hechos ocurridos durante la revuelta y cualquier otro motivo que pueda interpretarse como represalia. En la negociación no hubo representantes del Poder Judicial, explicaron fuentes oficiales

Además, se propuso la conformación de una mesa de diálogo, a partir de hoy, en la que se tratarán los reclamos de los presos: compensaciones y conmutaciones de penas y la revisión de los informes médicos de los presos que podrían ser incluidos en los grupos de riesgo por el virus Covid-19.

Álvarez, uno de los presos que firmó el acuerdo, conocido por su alias de El Concheto, es uno de los mayores asesinos seriales de la historia criminal argentina. Tiene condenas por cuatro homicidios

En 1996, como jefe de la denominada banda de los “chicos bien, protagonizó un raid delictivo en que asesinó a Bernardo Loitegui (h.), María Andrea Carballido y el subinspector de la Policía Federal, Fernando Aguirre. El cuarto asesinato que le adjudicaron al Concheto fue el de Elvio Aranda, un preso con el que compartía pabellón en la vieja cárcel de Caseros.

Más allá de los interlocutores, fuentes penitenciarios evaluaron como satisfactorio el acuerdo, porque se alcanzó sin violencia. “Se frenó algo que podría haber sido dramático. Resolver el problema rápido, sin heridos graves y sin reprimir es valioso”, dijeron los voceros consultados.

Once agentes penitenciarios sufrieron heridas leves, al igual que seis policías porteños por incidentes fuera del penal, Un preso fue internado con una fractura de pierna al caer desde un techo.

La protesta comenzó ayer, a las 0.30, cuando un grupo de internos incendió colchones en el módulo 1. Minutos después de las 10, los presos lograron subir a los techos e hicieron visible la protesta. Con cada hora que pasó, otros reclusos alojados en el resto de los pabellones tomaron el control de cada sector.

Este motín se sumó a los conflictos y protestas de presos de las cárceles de la provincia de Buenos Aires en medio de la pandemia del coronavirus.

“Nos negamos a morir en la cárcel”, decía la leyenda de una bandera que sostenían algunos reclusos subidos al techo para reforzar el reclamo. En el Complejo Penitenciario Federal de la ciudad de Buenos Aires, más conocida como cárcel de Villa Devoto, hay 1692 presos .

Según informaron fuentes de la Policía de la Ciudad, en horas de la tarde fueron detenidas tres mujeres, que serían familiares de presos alojados en la cárcel de Devoto. Fueron imputadas del delito de resistencia a la autoridad y del artículo 205 del Código Penal que contempla una pena de prisión de seis meses a dos años para la persona que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación del virus.

Videos de la violencia
Los propios internos difundieron videos filmados con teléfonos celulares donde se ve que en algunos lugares los detenidos iniciaron un fuego en el sector de celdas. Otros internos se subieron a los techos. A primera hora, llegó el procurador penitenciario adjunto, Ariel Cejas Meliare, para interiorizarse de los detalles de la protesta.

El motín en las cárcel de Villa Devoto ocurrió pocas horas después de que la Cámara Nacional de Casación Penal en lo Criminal y Correccional porteña sacara una acordada donde recomendó a los jueces del fuero que, “con base en la doctrina que emana de los reiterados precedentes de este tribunal, extremen los recaudos para coadyuvar a la más pronta disminución de la superpoblación carcelaria, atendiendo prioritariamente, en la medida que el caso así lo permita, la situación de los internos que conformen los grupos de riesgo.

La reunión, de la que participaron el presidente Daniel Morin y los vocales Patricia Llerena, Gustavo Bruzzone, Horacio Días, Eugenio Sarrabayrouse, Jorge Rimondi, Pablo Jantus, Mario Magariños y Alberto Huarte Petite, se hizo por el sistema de videoconferencia para analizar pedidos hechos por la Procuración Penitenciaria de la Nación, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Ministerio Público de la Defensa.

“Advertimos que nos encontramos ante una situación de extrema gravedad. El objetivo de descomprimir las cárceles cuando no concurran los requisitos que la autoricen también puede ser obtenido mediante la utilización del encarcelamiento domiciliario y, por último, que la economía procesal aparece como un elemento de juicio relevante a la hora de decidir”, explicaron los camaristas en la acordada.

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