COVID-19: la enfermedad“silenciosa” puede ser peor de lo que se pensaba
Ocho de cada 10 pasajeros y tripulantes de un crucero no presentaron síntomas pese a que dieron positivo para Covid-19.
El mundo tomó conocimiento del nuevo coronavirus -que ya provocó más de 5,7 millones de casos y más de 350 mil muertes- hace unos cinco meses. Hay un dato sobre su comportamiento que desde su surgimiento se mantiene prácticamente sin variaciones; se sabe que el 80% de los infectados cursa cuadros leves, un 15% presenta mayor complejidad y requiere atención médica en establecimientos sanitarios, y un 5% son casos críticos que necesitan cuidados intensivos. Lo que todavía genera incertidumbre es la proporción de asintomáticos, es decir, quienes atraviesan la infección sin manifestar signos como fiebre, tos, dolor de garganta, pérdida del sentido del olfato y/o el gusto. Un estudio que siguió el aislamiento forzado de pasajeros dentro de un crucero que partió de Ushuaia concluye que la prevalencia de la infección “silenciosa” por Covid-19 puede ser mucho mayor de lo que se piensa: 8 de cada 10 pasajeros que dieron positivo no habían presentado síntomas.
El barco partió de la localidad fueguina para un crucero planeado de 21 días por la Antártida, tomando una ruta similar a la de Ernest Shackleton entre 1915 y 1917. Zarpó a mediados de marzo, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia. En él viajaban los investigadores que registraron el aislamiento de los 128 pasajeros y los 95 tripulantes en el marco de la expedición.
A los pasajeros que en las tres semanas anteriores habían pasado por países donde las tasas de infección por Covid-19 ya eran altas no se les permitió embarcar. Y a todos los que sí abordaron se les tomó la temperatura previamente. En el interior del barco se colocaron varios puntos de desinfección de manos, especialmente en el comedor.
El primer caso de fiebre se informó el día 8, lo que provocó la adopción inmediata de medidas de control de infecciones. Esto incluyó confinar a los pasajeros en sus camarotes, interrumpir el servicio diario, además de la entrega de comidas, y el uso de equipo de protección personal para cualquier miembro de la tripulación en contacto con infectados.
Como Argentina había cerrado sus fronteras, el barco zarpó hacia Montevideo, Uruguay, a donde llegó el 13. Ocho pasajeros y tripulación fueron evaluados en un hospital por insuficiencia respiratoria.
El día 20, los restantes 217 pasajeros y tripulantes se sometieron a un hisopado para detectar coronavirus, de los cuales el 59% (128) dieron positivo: sólo uno de cada 5 (24, es decir, el 19%) habían tenido síntomas, mientras que el 81%1 no (108).
El barco no tuvo contacto con otras personas durante 28 días después de su partida, por lo que era el equivalente de un entorno cerrado.
Según los autores del trabajo publicado en la revista Thorax, la experiencia registrada en el crucero indicaría que la prevalencia de infección silenciosa por el nuevo coronavirus puede ser mucho más alta de que se cree. “Si solamente se realizan pruebas de detección a los sintomáticos en un entorno de tan alto riesgo, es probable que se pase por alto una población significativa infectada, lo que a su vez puede promover la transmisión a la comunidad”, dijo a la agencia SINC Alvin Ing, del Hospital Universitario Macquirie (Australia), uno de los autores del trabajo.
“Los resultados podrían extrapolarse a situaciones similares, entornos aislados en los que la gente vive en un espacio cerrado. En otros cruceros, centros de atención a ancianos y campos de migrantes es probable que haya ocurrido esto”, añadió Ing a la agencia de noticias científicas.
Por su parte, Alan Smyth, editor conjunto en jefe de la revista Thorax, consideró en un comentario editorial que los hallazgos tienen implicaciones para la flexibilización de las restricciones de cierre y subrayan la necesidad apremiante de datos globales precisos sobre cuántas personas han sido infectadas.
Smyth reconoce: “Es difícil encontrar una estimación confiable del número de pacientes Covid positivos que no tienen síntomas”. Pero la cifra del 1% sugerida por la OMS a principios de marzo está muy por debajo de la encontrada en el crucero, afirma.
“A medida que los países avanzan fuera del encierro, una alta proporción de individuos infectados, pero asintomáticos, puede significar que un porcentaje mucho mayor de la población de lo esperado puede haber sido infectado con Covid”, sugiere Smyth.
Hasta el momento, no se conoce con exactitud la frecuencia de asintomáticos. Es un parámetro complejo de medir porque pueden confundirse con personas oligosintomáticas, es decir, con síntomas tan leves que pueden pasar por alto la infección, y con presintomáticas, que pueden no manifestar signos al momento del testeo, pero sí después.
“Al día de hoy todavía no sabemos la proporción de asintomáticos que hay pero sabemos que es bastante mayor de lo que esperábamos al principio”, manifestó en declaraciones periodísticas el ministro de Salud porteño Fernán Quirós el mes pasado. En la Ciudad, de las personas que habían regresado del exterior, el 3% estaba infectada pero no había registrado síntomas al momento del testeo.
Otro dato que por el momento no se conoce con certeza es la capacidad infectiva de los asintomáticos, es decir, el impacto que tienen en la transmisión del virus.
Fuente: Clarín / DPA
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