FAMILIA REHEN: una historia de violencia
Quienes conocen a Leandro Benítez dicen que es irrecuperable. Su mismo padre, que estuvo siguiendo todo la toma de rehenes desde el cordón policial, contó a nuestro medio que estaba quebrado, dolido, sin poder justificar la actitud de su hijo que hacía poco había salido de la cárcel. En el barrio la gente hablaba con temor de él .
Según lo que pudimos saber el comienzo de toda esta situación que se extendió por más de ocho horas con la pareja, la madre, tres menores de rehén y todos los medios señalando a San Nicolás, habría comenzado por una discusión absurda. Casi la síntesis de una vida golpeada.
Pero los vecinos, sabiendo el historial peligroso de Leandro, apenas escucharon algunos gritos de pelea dieron aviso a la policía, porque lo conocían, porque temían que sucediera lo peor. Ni la mujer ni los chicos tenían lesiones, fue el historial, la fama, las que condenaron a Benítez.
La pelea
El pasado 2 de abril Leandro Benítez salió en libertad luego de haber cumplido condenas por robo agravado, robo simple en tentativa y hurto en tentativa por las que fue sentenciado en abril del 2014 y robo agravado por vehículo dejado en la vía pública, por la que se le dictó sentencia en el 2015, todas estas causas del juzgado de Azul, debiendo permanecer unos seis años en prisión.
Padre joven de una niña de diez años, otra de seis años y un pequeño de tan solo un año, había regresado a su hogar de barrio La Loma donde se encontraba su pareja embarazada y su madre.Aparentemente Leandro pasadas las 4 de la mañana de ayer comenzó a discutir fuertemente con su mujer. No se registraron episodios violentos, pero nadie podía asegurar cómo podría terminar todo, por lo que de forma anónima sus vecinos dieron aviso a la justicia.
Mugica Diaz
“Fue a raíz de un llamado al 911 cerca de las 4 de la madrugada, que daba cuenta de que en calle Islas Malvinas, en barrio La Loma, había una pelea domestica, una discusión propia de pareja y que el hombre podría estar fuertemente armado”, contó a nuestro medio el fiscal que intervino en la causa, el Dr. Patricio Múgica Díaz titular del UFI nro. 1 en turno.
“Personal de la Comisaria Tercera llega al lugar y nos ponen en conocimiento, tanto a mí como al instructor judicial Ramiro Bua. Usualmente en este tipo de episodios si se escuchan voces de auxilio desde el interior de la casa, la policía puede entrar sin orden de allanamiento, como dicta el código penal. Al individuo se lo veía muy alterado, muy sacado, probablemente alcoholizado, empieza a amenazar que tenía un arma manteniendo encerrada a su familia. El jefe del Comando de Patrulla Comisario Gabriel Cabral baja hasta el lugar y dialoga con el mismo. Lo que queríamos es ser prudentes, no terminar con heridos, ni lamentar una muerte. Esta persona habló con la policía, habló con nosotros, con Ramiro Bua, solicitando una orden de allanamiento para dejar ingresar al personal porque si no se iba a resistir”, agregó.
El rescate
Ya la situación se había tornado por demás de tensa y peligrosa por lo que en el lugar se hicieron presentes efectivos del GAD y del escalafón Halcón solicitando un mediador, y activándose el protocolo de situación de rehenes.Fue durante todas las conversaciones, con un Benítez muy alterado, que efectivos del grupo especial Halcón, aprovechando una oportunidad táctica en la que Benítez se distrajo, ingresaron, redujeron al mismo y pusieron a la familia en contención. Una vez inmovilizado se le sustrajo de la cintura una cuchilla.
“En el tire y afloje con el pedido de la orden de allanamiento se estiraba la situación. Lo mantuvimos tranquilo, con mucho dialogo, yo estaba listo a emitir una orden y en un descuido de esta persona, los del grupo Halcón, que estaban atento a lo que sucedía, lo redujeron, lo aprehendieron, y comprobaron que no tenía ninguna arma de fuego. No hubo heridos, los tres menores de edad más la mujer embarazada y su madre están bien. En esta situación no hubo lesionados, ni nada que lamentar, se manejó con prudencia, se terminó en buen término y todos a salvo”, aclaró el fiscal.
Aparentemente todo comenzó por una discusión común y la gente que lo conoce y le tiene miedo llamó a la policía. La mujer no tenia lesiones, ni los chicos tampoco. Fue el historial de Benítez, su fama de violento y los años en la cárcel los que de la nada lo volvieron a llevar tras las rejas.
Fuente: Diario El Norte