“No comparto que les bajen el sueldo a los trabajadores y mucho menos a los metalúrgicos”, dijo el jefe de la UOM La Matanza
Hugo Melo criticó el acuerdo firmado por el sindicato que lidera Antonio Caló. En su distrito, la planta de Acindar entró en conflicto por el rechazo de los operarios al acuerdo para cobrar el 70% del sueldo bruto: baja de contratos y descuentos salariales de hasta el 40%
La UOM La Matanza se convirtió en la única seccional metalúrgica que cuestiona el acuerdo al que llegó la conducción del sindicato para suspender trabajadores sin tareas con el pago del 70% del sueldo bruto y esa postura tuvo una consecuencia: en la planta de Acindar de La Tablada, donde los trabajadores votaron en contra de lo que firmó el gremio, la empresa no les renovó el contrato a seis empleados y le descontó a todo el personal entre un 35 y 40% del sueldo.
En las otras plantas de Acindar, ubicadas en Villa Constitución, San Nicolás y Villa Mercedes, las seccionales metalúrgicas aceptaron el acuerdo que firmó la UOM con las cámaras empresariales, por lo que allí habrá personal suspendido por encontrarse sin tareas que cobrará el equivalente al 70% del sueldo bruto, o el 86% del neto, durante un período de cuatro meses.
La filial La Matanza tiene una larga historia opositora a la conducción nacional metalúrgica desde la época en que fue conducida por Carlos Gdsanky, quien se enfrentó nada menos que a Lorenzo Miguel en 1987 al adherir al peronismo renovador cuando el viejo líder sindical había apostado a la figura de Carlos Menem. Un año más tarde, “El Ruso” Gdansky, junto con otras seccionales disidentes, lo acusó a Miguel de llevar adelante en el sindicato “una administración ineficiente y una inequitativa distribución de los recursos”. Melo, su sucesor desde 2012, tiene esa misma impronta desafiante del poder central en la UOM .
-¿Por qué se originaron los problemas en la planta de Acindar?
-Tenemos un conflicto que no sé cómo irá a seguir. En todas las plantas de Acindar se firmó por el 70%, pero acá los rechazamos buscando alguna otra alternativa, alguna diferencia a favor de los trabajadores. Como no hubo ninguna mejora, los delegados, la comisión interna y el gremio rechazamos el acuerdo e hicimos una votación entre la gente, que también lo rechazó. A partir de ese momento Acindar les pagó entre un 35 y 40% menos a los compañeros que hacen tres o cuatro turnos, que son los que más ganan, porque se ajustaron al salario convencional y dejaron sin efecto ítems que existen ahí. Además, le cortó el contrato a seis de los 60 contratados que trabajan en la planta y no sabemos qué hará con el resto. Estamos esperando a ver qué pasa el lunes.
-¿No hay negociaciones con la empresa?
-No hay diálogo con la empresa. Ellos tomaron estas decisiones y estamos esperando a ver qué nos responden al pedido de que sigan los contratados. Lo que está claro es que tomaron represalias porque no firmamos el acuerdo por el 70% del salario que ellos querían. En otras plantas firmaron y no pasó nada. A nosotros nos tenían que dar un mensaje y apretaron por el lado que más duele.
¿Por qué en la planta de La Tablada se votó en contra?
“Porque nos tomamos el trabajo de hablar con la gente. Hay que ver si en otros lugares se les da al cuerpo de delegados, al gremio o a los compañeros la posibilidad de participar. Nosotros hicimos la votación vía WhatsApp y salió 60 a 40 en contra de la propuesta de reducir los sueldos”. El que contesta es Hugo Melo, el titular de la UOM La Matanza, uno de los rebeldes que logró frenar el acuerdo que negociaba el líder del gremio a nivel nacional, Antonio Caló, para suspender trabajadores y que ahora ratifica su postura crítica.
-¿La Matanza es la única seccional de la UOM que se opone al acuerdo firmado por Caló?
-Sí, en la siderurgia lo aprobaron todos. También Techint.
-¿Y por qué sólo en La Matanza se oponen?
-Porque nosotros nos tomamos el trabajo de hablar con la gente. Hay que ver si en otros lugares se les da al cuerpo de delegados, al gremio o a los compañeros la posibilidad de participar. Nosotros hicimos la votación vía WhatsApp y salió 60 a 40 en contra de la propuesta de reducir los sueldos. Se verá más adelante si los mismos compañeros nos piden que nos sentemos a hablar de nuevo. Lo haremos siempre y cuando logremos que la empresa también nos entienda a nosotros.
-¿Por qué rechaza el acuerdo al que llegaron la UOM nacional y los empresarios?
-Estamos en contra de los acuerdos que se hagan a favor de bajar los salarios de los trabajadores. No los comparto, y mucho menos si afecta a los metalúrgicos, que no tienen salarios tan altos. Si al menos ganaran 50.000 pesos sería otra la cuestión, pero la realidad no es esa. Sí es bueno que el acuerdo que firmó Caló le haya dado a cada seccional la facultad de discutir alguna mejora adicional. Porque creemos que si una empresa está medianamente bien y que el Gobierno la está ayudando con el 50% de los sueldos, tiene la posibilidad de pagar el 100% a los trabajadores.
-Más allá de Acindar, ¿cómo es la realidad del resto de las empresas en La Matanza?
-Hay problemas en todas. Hay problemas en las empresas que quieren trabajar, que quieren producir y no lo pueden hacer por la cuarentena. Y hay otras que están trabajando porque fueron incluidas como esenciales, donde los que están trabajando cobran el 100% y los que están sin tareas, también. Pero la realidad es que aquellas empresas que ya venían mal, ahora están peor. También hay algunas que podrían haber bancado un poco más la situación. Debo entender a la empresa que está mal, pero la que está bien nos debería entender. Tenemos que entender que de esto sólo se sale entre todos.
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