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Alberto Fernández habla en medios cada dos días frente a un gabinete de bajo perfil

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Alberto Fernández brindó 65 entrevistas y 18 conferencias de prensa desde que asumió la presidencia, además de difundir dos mensajes grabados y una cadena nacional. Fueron, en total, 86 comunicaciones, a un ritmo de casi una aparición mediática cada dos días.

El Presidente fue aumentando su nivel de exposición, en particular a partir de la pandemia: si en enero había realizado siete entrevistas, Fernández terminará junio con al menos 18 contactos de prensa. De acuerdo a datos provistos por la Secretaría de Comunicación Pública, el jefe de Estado dio 28 entrevistas radiales y 27 televisivas -los soportes con los que se siente más cómodo- mientras que otorgó cinco entrevistas a portales, cuatro a medios gráficos y mantuvo un intercambio vía Instagram con “René” de Calle 13. Fernández le dio entrevistas a 31 medios distintos, pero los que más dialogaron con el presidente fueron C5N, Radio 10 y Telefé.

Mauricio Macri, de acuerdo a un balance del ex gobierno, brindó 210 entrevistas en su gestión (contabilizando las que otorgó en sus giras durante su campaña). A razón de una por semana.

La hiperexposición de Fernández es una característica inherente a su estilo para gobernar. El Presidente es el principal portavoz del Gobierno, escribe sus discursos e integra la mesa en la que se define la estrategia de comunicación. Según la ocasión, dirige mensajes a su filas políticas y en otras le habla a un público más amplio. Hay, también, un nivel de improvisación, porque a veces coordina él mismo sus entrevistas y hace anuncios fuera de libreto.

Fernández es, prácticamente, el único del gabinete que realiza declaraciones políticas, ya sea para bajar un mensaje a la tropa propia o para salir al cruce de la oposición. Sus ministros tienen perfil bajo. No hay “pararrayos” que carguen con los errores no forzados.

En los últimos meses el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero , también se erigió como portavoz político. Pero los titulares de las carteras del gabinete suelen hablar con previa supervisión de Presidencia y solo para comunicar temas de coyuntura vinculados a sus áreas. En el Gobierno evalúan darle mayor visibilidad al elenco del gabinete. “La voz de los ministros hasta ahora es muy técnica. Pero van a salir a hablar más, para mostrar la gestión”, aseguró un estrecho colaborador presidencial.

Cortocircuitos
La omnipresencia del Presidente, en ocasiones, derivó en problemas de gestión. Fernández anticipó proyectos que no estaban elaborados y generó una falsa expectativa o un vacío entre las palabras y los hechos. “A veces quema temas que apenas están en elaboración”, admite un colaborador que acompaña a Fernández en la diaria. El Gobierno acumuló al menos seis proyectos de ley de alto volúmen político que aún no remitió al Congreso.

Ser el principal vocero de gestión sin mayor planificación también entrañó riesgos. Distintos funcionarios y portavoces oficiales reconocieron que el episodio Vicentin fue un traspié. Nada salió como se esperaba. Fernández designó a interventores vía DNU y anunció una expropiación. Inauguró una trama que terminó con un revés judicial y un proyecto de ley archivado, además de una fuerte protesta social.

Esta semana, cuando bajó la espuma, algunos lo atribuyeron a un problema de comunicación. “No entiendo cómo ubicamos a Vicentin en un lugar de víctima”, comentó un ministro. Un colaborador que trabaja en Olivos, en cambio, lo atribuyó a un error político. “La comunicación acompaña a la política, no es al revés. En el caso Vicentin, no era el momento”, señaló.

Con la llegada del coronavirus, Fernández se convirtió en el principal comunicador de crisis. Fue lo que le permitió, al inicio de la pandemia, acumular capital político. También lo que hizo que esta semana, en cambio, cuidara las palabras del mensaje -que fue grabado- cuando pidió otro esfuerzo ante un notorio agobio social.

En todas las ocasiones anteriores, el Presidente había brindado conferencias de prensa, a excepción de la prórroga del 25 de abril. Fue la vez que anunció las salidas recreativas y generó una fuerte confusión entre los gobernadores, que terminaron yendo en dirección contraria.

Con el último anuncio , l a comunicación estaba prevista para el jueves pero ese día el Presidente mantuvo una agenda intensa, se reunió con los gobernadores entrada la tarde y postergó todo.

El Gobierno difundió ayer una “encuesta flash” realizada en el AMBA por Analía de Franco apenas terminó el anuncio. Un 76,9% de los entrevistados dijo estar de acuerdo con la medida y un 71,6% dijo que le gustó.

Fuente: Diario La Nación

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