Tenaris, Techint: Rocca sigue despidiendo

La empresa EMET, que cuenta con más de un centenar de trabajadores diseminados en varias industrias locales y de regiones cercanas, perdió la licitación en la planta Tenaris de Villa Constitución que produce tubos con costura. La nueva empresa que se hace cargo de las tareas, con una licitación más baja, se llama Sijam, ubicada en parque Comirsa de San Nicolas.

La nueva empresa toma las tareas pero con menos personal, esto excluye a 14 trabajadores de la plantilla fija que venían realizando las tareas. Acá está el nudo de la cuestión: la empresa madre, Tenaris, quien es la que saca a licitar las tareas de mantenimiento, quiere abaratar costos y por eso le da la concesión a quien cobre menos, esto significa que la plantilla de operarios que hará el traspaso a la nueva empresa, quedarán recargados con las tareas que antes hacían 14 personas más.

En este tipo de traspasos, los empresarios sacan otra tajada de ventaja, quieren barrer con la antigüedad y condiciones laborales de quienes permanezcan trabajando y así ir eliminando conquistas.

Está situación se da en el marco de un decreto que prohíbe los despidos aunque las patronales se las ingeniaron, gracias a los vacios que dejó ese decreto, de despedir contratados, no renovar contratos y ni hablar de los trabajadores informales y en negro. Pero este caso se da con trabajadores efectivos de una empresa que no está en crisis y que mantiene tareas en otras plantas, como EMET, y ni hablar de la “solidariamente responsables” Tenaris que se debería hacer cargo de estos trabajadores.

Mientras el gobierno nacional y provincial se llena la boca diciendo que “prioriza los puestos de trabajo” en el caso Vicentin, demuestra que el futuro de las familias obreras es lo que menos les importa y sí los intereses de los grandes empresarios, que, aún habiendo estafado al estado, siguen en sus sillones. No es distinto al trato que Alberto Fernández mantiene con Paolo Rocca que ya le permitió 1450 despidos bajo el decreto que lo impedía y el “black out” que lleva adelante en Siderca Campana.