INTERÉS GENERAL

Niños e Internet: nuevas Recomendaciones de seguridad en tiempos de Pandemia

Tanto sea para asistir de forma virtual a las aulas, como para jugar o comunicarse, los padres, han concedido y naturalizado el uso extra de tecnología dadas las circunstancias de la pandemia, sin quizás pensar en profundidad que estamos incrementando la posibilidad de exponerlos a riesgos. ¿Qué cuidados hay que reforzar?

El recorrido de lo que hay que tener en cuenta va desde los dispositivos móviles, pasando por las aplicaciones, consolas de videos juegos y terminando de las computadoras ya sean notebooks o de escritorio, para intentar cubrir el espectro de la tecnología con el que los chicos y adolescentes interactúan más frecuentemente.

En primer lugar se recomienda usar únicamente software y aplicaciones legítimas obtenidas de tiendas oficiales; minimizar la instalación de software y aplicaciones a las estrictamente necesarias; eliminar las aplicaciones no utilizadas; activar las actualizaciones automáticas de seguridad del sistema operativo [Windows, Android, macOS, iOS, etc], del software y aplicaciones que tenemos instaladas; implementar al menos las medidas básicas de seguridad recomendadas por el desarrollador.

Estos consejos resultan altamente efectivos para mejorar la ciberseguridad y son relativamente simples de efectuar a lo largo del tiempo. Seguirlos permite limitar la efectividad de ataques como ransomware, el robo de claves, la sustracción de cuentas de redes sociales, y el acceso y uso ilegítimo de tus dispositivos, entre otras cosas.

El segundo paso es pensar en la identidad digital de los chicos, cómo definirla y cómo protegerla. La identidad digital es el conjunto de información que se encuentra disponible en internet sobre una persona y refleja cómo es percibida en el mundo virtual: información personal, fotos, comentarios, qué le gusta y qué no, qué hace, qué usa, cómo piensa sobre determinados temas y un sinfín de información que está disponible y abierta para una audiencia que no controlamos.

La construcción de la identidad digital propia y de nuestros hijos es algo muy personal, ante esto el mejor consejo es recordar que esa información llega a una audiencia que no controlamos y entonces apelar al sentido común: ¿es necesario que se sepa dónde estuve, estoy o estaré?, ¿deben conocer el nombre de mi hijo, a qué colegio asiste o dónde practica deporte?

Dependiendo de la edad del menor,  se debe determinar si una determinada aplicación o red social es apta para nuestros hijos en virtud de la huella digital que creará. Los riesgos son amplios y se pueden sufrir en el mundo virtual, en el físico o en ambos. Personas mal intencionadas aplican técnicas de inteligencia de fuentes abiertas sobre un determinado objetivo y así realizan más efectivos su engaño y/o acción.

Al momento de instalar las aplicaciones, especialmente en teléfonos inteligentes o tabletas, se debe considerar los permisos que le damos. Cosas a prestar atención son: ¿qué información personal vamos a dar y por qué?, ¿cómo la aplicación va a saber quien soy?, ¿realmente es imprescindible que acceda a mis contactos?, ¿necesita saber mi geolocalización alguna vez, todo el tiempo o mientras la uso? Si deseo compartir una imagen o comentario: ¿es apropiada para el ámbito en que estimo que va a ser vista?, ¿a qué tipo de contenido y qué tipo de interacciones con terceras personas puede exponerse mi hijo? 

¿Cómo ejercer el control de lo que pasa en el mundo digital? Si bien se puede técnicamente tener acceso a un monitoreo exhaustivo, considero que la concientización y el diálogo son las herramientas más eficaces. La sobre vigilancia puede traer aparejada que se creen perfiles y/o canales de comunicación alternativos que difícilmente como padres podamos advertir.

Los chicos están conectados con la tecnología para el ocio, muy posiblemente más tiempo que nosotros por lo que pueden utilizar toda su creatividad, tiempo y conocimiento para eludirnos. Establecer las reglas de uso de las distintas aplicaciones desde el inicio es una estrategia que debemos tener al decidir qué se puede usar y que no

Consejos rápidos aplicables:

  • Mantener actualizado el sistema operativo y las aplicaciones de forma automática.
  • Resguardar el acceso a los dispositivos mediante al menos contraseña y si el dispositivo lo permite biometría.
  • Crear una identidad digital, limitando la información personal a compartir.
  • Revisar y respetar la edad mínima recomendada para el uso de cada aplicación.
  • Limitar los permisos de las aplicaciones al mínimo de acuerdo al uso que quiero darle, incluso si implica perder alguna funcionalidad. Siempre es posible dar más acceso de ser necesario.
  • Las redes sociales más populares permiten activar la autenticación de dos factores, actívelo, pero no lo haga mediante mensajes de texto que pueden ser inseguros, sino a través de aplicaciones de autenticación.
  • Activar el control parental en los dispositivos que usan los chicos para poder así gestionarlos: definir horarios, tiempos límites de uso, autorizaciones para el uso de aplicaciones.
  • Establezca un acuerdo de acceso a la información que su hijo o hija genera, para que pueda ser accedido por las personas que están encargadas de su cuidado.
  • Recuerde que los juegos en línea en general permiten establecer llamadas y contactos con terceras personas y son una red social más que debe ser tenida en cuenta a la hora de revisar qué información se comparte.

Con el Internet convirtiéndose en una herramienta fundamental en la vida de los chicos, protegerlos mientras se encuentran en línea se ha convertido en una necesidad para todos los padres.

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