¿Es posible contagiarse de Covid-19 en playas, ríos y montañas?
Después de meses de quedarse o trabajar desde casa, muchos se vuelcan a las rutas con el propósito de descansar unos días en el mar o las montañas. Pero, ¿es posible el contagio de COVID-19 en playas, ríos o montaña?
El coronavirus no se toma vacaciones. De hecho, circula junto con los seres humanos allí donde vayan. Por eso, es indudable la necesidad de mantener las medidas de prevención para evitar contagiarse, incluso, al aire libre.
Una distancia de dos metros con el resto de las personas es lo más recomendable, en el agua o en la arena. Y recordar que las personas contagian aunque no tengan síntomas de estar enfermas. Usar barbijo en cualquier lugar cerrado es una forma de disminuir el riesgo de contagio de COVID-19.
El Covid no se toma vacaciones
Las escenas de adolescentes amontonados en las playas son un clásico del verano, pero este año asustan. Es una postal de lo que no hay que hacer si se quiere evitar la segunda ola de la epidemia en la Argentina.
Es preciso recordar que el virus SARS-COV-2 no sólo se disemina a través de gotitas de estornudos y tos sino también a través de aerosoles, partículas diminutas que flotan en el aire como el humo de un cigarrillo. Por lo tanto, habría que imaginar siempre una nube de humo alrededor de cada persona, dice la especialista norteamericana Linsey Marr, para mantener una distancia de precaución.
La recomendación de la OMS en este tema es evitar las aglomeraciones y mantenerse como mínimo a un metro de distancia de las demás personas, incluso cuando se está nadando o en las zonas de baño.
Experimentos realizados por Marr y sus colegas probaron que el virus se destruye mucho más rápido al sol que en la oscuridad, por lo que estar en la playa es más seguro que en un bosque oscuro. Si bien los rayos ultravioletas ayudan a destruir al SARS COV-2, habría que considerar también que dañan la piel. No se recomienda estar al sol sin protector entre las 10 y las 16 hs.
¿El virus puede permanecer en el agua?
En cuanto al agua, el coronavirus puede residir en efluentes cloacales que lleguen al mar o se viertan en un río o lago. Se estima que, los coronavirus sobreviven entre 2 y 3 días en el líquido que fluye de los inodoros, según un estudio reciente -. Igualmente, los expertos sostienen que el agua de mares y ríos no es motivo de preocupación cuando no están contaminados.
La sal del mar y el volumen del océano garantizan una enorme dilución de los virus en el agua y una probable inactivación, escribieron Gideon Mordeai e Ian Hewson en la revista Frontiers in Microbiology.
Distancia y evitar aglomeraciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que no existe riesgo de transmisión de COVID-19 al nadar al aire libre, salvo que se esté a menos de un metro de una persona infectada. Tampoco las piscinas representan un riesgo de contagio, si están cloradas. Los coronavirus son frágiles y se destruyen con desinfectantes comunes (cloro, alcohol, agua oxigenada). La recomendación de la OMS en este tema es evitar las aglomeraciones y mantenerse como mínimo a un metro de distancia de las demás personas, incluso cuando se está nadando o en las zonas de baño. Si no está dentro del agua, lo mejor es usar una máscara. Y lavarse frecuentemente las manos con agua limpia y jabón o usar alcohol en gel.
Las reposeras deben ser desinfectadas una vez al día, al igual que cualquier otra superficie u objeto compartido
Lo mismo vale para las vacaciones en la montaña o en cualquier otro lugar. Lo fundamental es mantener distancia con otras personas y evitar lugares concurridos, especialmente si no tienen ventilación. También es importante no compartir el mate ni las botellas.
El Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos aconseja instalar sombrillas a 2 metros de distancia en las playas públicas y no compartir comida ni juguetes. No se recomienda usar barbijos en el agua ni al hacer ejercicio. Las reposeras deben ser desinfectadas una vez al día, al igual que cualquier otra superficie u objeto compartido.
Ante cualquier malestar, tras haber estado en contacto con una persona infectada o al volver a la ciudad de residencia -en el caso de Buenos Aires- las autoridades sanitarias recomiendan realizar un test de diagnóstico y aislarse hasta obtener el resultado, para disminuir el riesgo de transmisión a otras personas y la circulación urbana del virus.
En algunos lugares de vacaciones, las autoridades evalúan tomar a futuro medidas más restrictivas para evitar reuniones sociales y el consumo de alcohol durante la noche, ya que favorece comportamientos riesgosos, pero se aseguró que todavía las playas atlánticas continuarán abiertas, con redoblados controles y precauciones.
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