¿Es posible el embarazo después del aborto?
Son muchas las mujeres que, tras pasar por un aborto o pérdida gestacional, se cuestionan si podrán volver a lograr el embarazo o si, por el contrario, el aborto habrá afectado a su fertilidad.
En este sentido, debemos hacer una distinción en función del tipo de aborto. El embarazo tras un aborto espontáneo no suele suponer un problema. Sin embargo, el aborto provocado y el involuntario con legrado sí podrían llegar a suponer un riesgo para la fertilidad femenina si no se practican de forma adecuada.
Tipos de aborto
El aborto es la pérdida del embrión antes de la semana 20 de embarazo, ya sea de forma espontánea (aborto involuntario) o inducida (aborto voluntario). En función de esto, el efecto sobre la fertilidad y el organismo de la mujer será de mayor o menor gravedad.
Aborto involuntario o espontáneo
Se produce de manera natural, generalmente en forma de sangrado y dolor abdominal intenso. Es más común que ocurra en las primeras semanas de gestación. Cuanto antes se produzca la pérdida, menores serán las posibles consecuencias sobre la fertilidad.
En muchos casos, especialmente en abortos más avanzados, se requiere realizar lo que se conoce como legrado, que es el raspado de las paredes uterinas para eliminar posibles tejidos embrionarios que hayan quedado en útero. Se trata de una intervención quirúrgica, por lo que, si no se realiza correctamente, puede comprometer la fertilidad de la mujer.
Si quieres más información sobre el legrado, te recomiendo leer este artículo: ¿Qué es un legrado o curetaje?
Muchas mujeres pasan por un aborto espontáneo sin que ello afecte a futuras concepciones. Sin embargo, si se producen abortos recurrentes, habrá que analizar la situación de la mujer para determinar la causa y buscar una solución que permita el embarazo evolutivo. Este tipo de abortos están asociados a problemas como alteraciones cromosómicas, edad avanzada, etc.
Aborto voluntario o inducido
Es lo que se conoce como interrupción voluntaria del embarazo, pues es la propia mujer la que decide poner fin a la gestación.
Se suele detener el desarrollo embrionario mediante pastillas (aborto químico). Sin embargo, si ocurre más allá de las ocho primeras semanas de embarazo, habrá que realizar una cirugía. Hablamos entonces de aborto quirúrgico y, como toda intervención uterina, existen ciertos riesgos para la futura capacidad reproductiva.
Este último tipo de aborto puede hacerse de dos formas: Aspiraciónes lo más común si el aborto se provoca antes de la semana 12. Consiste en eliminar el embrión/feto por succión mediante una jeringa o una bomba de vacío. Requiere anestesia local o general.
Dilatación y curetajese realiza cuando la aspiración no es posible. Se trata de provocar la apertura del cuello uterino y eliminar parte del revestimiento de la cavidad mediante raspado (curetaje o legrado). El procedimiento es muy similar a los casos de legrado tras aborto espontáneo.
Al igual que en el aborto involuntario, cuanto más temprano se realice, menor riesgo supondrá. También es fundamental que lo lleve a cabo un profesional experimentado para evitar posibles consecuencias negativas.
Riesgos del aborto
La mayoría de profesionales sanitarios califican el aborto como un procedimiento de bajo riesgo y sin efecto grave sobre la fertilidad y la consecución de futuros embarazos. De hecho, si el aborto ha sido normal y sin complicaciones, en una exploración ginecológica no debería ni siquiera reconocerse que la mujer ha pasado por esta situación.
A pesar de ello (a excepción del aborto espontáneo temprano), no deja de ser una intervención quirúrgica y, como tal, tiene sus riesgos. Los principales efectos secundarios que pueden derivar en infertilidad son:
- Rasgado de las zonas del aparato reproductor femenino
- Hemorragia vaginal
- Infección del tracto genital
- Daño en el cérvix
- Desgarro en el útero
- Perforación en el útero
- Absceso dentro del abdomen: si no es tratado puede provocar enfermedad inflamatoria pélvica
En el caso de que se realice un aborto quirúrgico, además del riesgo de lesionar el útero, se podrían causar alteraciones en otros órganos como el intestino y la vejiga. En estos casos, se deberá hacer una cirugía de más para reparar el órgano dañado.
No debemos olvidar que, aunque realizado correctamente es un proceso de bajo riesgo, utilizar métodos no profesionales para provocar el aborto puede tener graves consecuencias en la mujer, no solo respecto a su fertilidad, sino en su salud general.
Aborto y embarazo
Desgraciadamente, el aborto es un hecho más común de lo que nos gustaría. Numerosos embarazos terminan en aborto espontáneo en etapas tempranas del desarrollo embrionario. Muchas veces, incluso antes de que la mujer descubra que estaba embarazada.
La mayoría de estos abortos son casos puntuales y no llegan a impedir un nuevo embarazo. La excepción la encontramos en los abortos recurrentes, cuya principal razón es la malformación cromosómica. También podemos encontrar dificultades para lograr la concepción tras múltiples legrados, ya que esto aumenta la probabilidad de lesiones uterinas.
Otro posible proceso relacionado con el aborto que podría complicar la concepción es la dilatación uterina. Este procedimiento puede debilitar el útero y dar lugar a insuficiencia cervicouterina o cuello incompetente, es decir, un cuello que se dilata antes de tiempo. En muchas ocasiones, esto se soluciona realizando un cerclaje cervical, procedimiento que consiste en mantener el cuello del útero cerrado con un punto de sutura.
Preguntas de los usuarios
¿Puedo buscar el embarazo de nuevo tras un aborto sin esperar la bajada de la regla?
Por Andrea Rodrigo (embrióloga).
Aunque hay estudios que indican que sí es posible, muchos profesionales recomiendan esperar al menos uno o dos ciclos desde el aborto para iniciar de nuevo la búsqueda del embarazo. En cualquier caso, dependerá del momento en que tuvo lugar el aborto, las cualidades de cada mujer, etc.
¿Lograré el embarazo después de un aborto espontáneo sin legrado?
Por Andrea Rodrigo (embrióloga).
Lo más común es que sí. Muchas mujeres tienen un aborto espontáneo temprano sin que ello afecte a su fertilidad. Lo preocupante sería que se repitiera esta situación más de tres veces. En este caso, hablaríamos de aborto recurrente y sería necesario hacer pruebas específicas de fertilidad para determinar la causa.
¿Cuál es el tratamiento para que el aborto diferido no afecte a la fertilidad?
Por Andrea Rodrigo (embrióloga).
Se define como aborto diferido o aborto retenido la detención del desarrollo embrionario sin expulsión del embrión, es decir, cuando el embrión/feto muere, pero el organismo de la mujer no es capaz de expulsarlo.
En este caso, se deberá realizar un aborto inducido, generalmente mediante dilatación y curetaje. También es posible que se lleve a cabo con medicamentos específicos para ello. En cualquier caso, se deberá realizar de una forma adecuada y por parte de un especialista para evitar que ello afecte a la fertilidad de la mujer y que ésta tenga problemas para lograr un nuevo embarazo.
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