La mamá de M., internada en el Hospital Fernández por su adicción a las drogas
Será sometida a un tratamiento de desintoxicación al que la mujer accedió de manera voluntaria para dejar atrás el consumo problemático y poder revincularse con su hija, con la que vivía en la calle, en Villa Lugano
La madre de M., la niña de siete años que durante 72 horas estuvo retenida por el cartonero Carlos Savanz en el oeste del conurbano, quedó internada en el Hospital Fernández, de la Capital, para someterse de manera voluntaria a un tratamiento de desintoxicación por su adicción a las drogas.
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat informaron a LA NACION que acordaron con E., la madre de la pequeña, y con su familia, que quede internada en el Hospital Fernández entre 7 y 10 días para una desintoxicación y que luego continúe el tratamiento ambulatorio asistiendo a alguna institución, la cual aún no ha sido definida.
La trascendencia pública que tomó la búsqueda de la niña puso sobre la mesa la situación en que se encontraban la menor y su madre. La mujer estaba en una situación de consumo abusivo de paco desde hace al menos 15 años, cuando intentó fallidamente independizarse para construir su propio hogar, según habían indicado desde su familia.
“A E. la conozco de toda la vida, vi todas sus facetas. Ella no era así. Antes tenía su familia. No sé por qué cayó en las adicciones”, había explicado a LA NACION Marta, una de sus vecinas.
En una comunicación que sostuvo con Gastón Pauls en el programa Seres Libres, de Crónica TV, el actor le había ofrecido ayudarla para que realice el tratamiento, pero ella le manifestó: “Me sé sostener. No pido ayuda porque tengo fuerza con mi hija; no necesito fuerza, solo para seguir con M”. Sin embargo, finalmente decidió someterse a un tratamiento para dar batalla a sus adiciones, según aseguraron desde el Ministerio. Su familia fue de “gran ayuda” para que ella aceptara hacerlo, se explicó.
La niña y su madre vivían en el barrio Cildáñez, en la intersección de la autopista Luis Dellepiane y Mozart, en una suerte de carpa construida con un acolchado, lonas y sábanas, y donde dormían sobre un colchón de espuma apoyado en el piso de tierra. Ambas vivían prácticamente en la calle. M. ni siquiera tenía DNI.
Tras el dramático rapto que puso bajo el foco su situación crítica, E. fue separada de la pequeña, que se encuentra internada en el Hospital Garrahan desde que fue rescatada. Fue la familia de la menor la que denunció el 15 de marzo que ese mismo día, a la mañana, a la nena se la había llevado “Carlitos”, un hombre al que conocían y que desde hacía un par de semanas se había acercado a ellas y se había ganado su confianza.
A partir de entonces se inició una investigación que incluyó el análisis de decenas de cámaras de seguridad que captaron el trayecto que realizaron la niña y su captor en bicicleta, a partir de las 8.40 de aquel lunes, desde el barrio Cildañez hasta Luján. Se desplegó un fuerte operativo policial y la menor de siete años y su captor, finalmente, fueron hallados en Gamboa y Las Heras, a unos 500 metros de la Universidad Nacional de Luján, por dos policías que integran el Comando de Prevención Comunitaria de ese distrito, a instancias de una vecina que circulaba por la zona y que llamó al 911 tras haber reconocido a Savanz. La mujer lo persiguió entre seis y siete cuadras; el hombre circulaba en bicicleta con una caja a su espalda en la que, luego se sabría, viajaba oculta M.
La niña fue rescatada en buenas condiciones físicas generales, aunque dijo que tenía frío y hambre. Estuvo internada en el hospital Nuestra Señora de Luján, primero, y luego fue trasladada al Garrahan, en la Capital. Savanz, en tanto, fue arrestado y conducido a la Delegación Departamental de Investigaciones de Luján. Desde allí fue trasladado a la Ciudad de Buenos Aires; primero, a una comisaría porteña y, luego, a la Alcaidía de Investigaciones de la Policía Federal. Se negó a declarar y sigue preso.
La Nación
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR