Hombre demanda a su ex pareja para evitar aborto: “Solo pido que lo tenga y me lo entregue”
El demandante presentó una acción judicial en la que argumenta que tiene derechos como padre.
En la ciudad de San Juan, en Argentina, un hombre interpuso una demanda contra su ex pareja para impedir que la mujer se practicara un aborto, pues el sujeto argumenta ante el juez que tiene “derechos como padre”.
“Como pensamos diferente, hemos perdido el diálogo, pero a pesar de eso le propuse que lo tenga y me lo entregue. Si después quiere continuar con su vida lo va a poder hacer”, dijo el sujeto, refiriéndose a su ex pareja, con quien declaró que no tiene ningún tipo de vínculo afectivo.
La ley aprobada recientemente en Argentina estipula que el aborto se puede hacer hasta la semana 14 y la única persona que tiene derecho a decidir sobre si se interrumpe el embarazo o no es la mujer gestante. En este caso, la mujer se encuentra en la semana 12 de embarazo, por lo que la opinión de su expareja, en este caso, no tiene validez.
Sin embargo, el hombre presentó una medida cautelar en el Juzgado de Familia, en el que pide la protección del embarazo hasta que se resuelva el caso. Según sus abogados, Mónica Lobos y Martín Zuleta, se “respetará la Constitución Nacional y se garantizarán los derechos esenciales del progenitor y su hijo”.
“Estoy haciendo lo imposible para defender la vida de mi hijo. Todo se focaliza en los derechos de la mujer, pero mi hijo también tiene derechos y nadie puede decidir sobre él”, declaró el demandante a medios argentinos.
Hay que aclarar que hasta el momento no existen precedentes de un fallo que haya impedido que una mujer se practique un aborto por solicitud de un hombre. La Ley argentina resalta además que cualquier funcionario público o personal de la salud que obstaculice la práctica, será sancionado.
La victoria del aborto en Argentina
Desde enero rige en ese país la ley de aborto selectivo hasta la semana 14 de gestación, con la promulgación de la norma aprobada el 30 de diciembre en un histórico debate en el Congreso.
El país sudamericano se convirtió así en el más grande de América Latina en el cual el aborto es legal, después de Cuba, Uruguay y Guyana. En México está permitido en el estado de Oaxaca y en Ciudad de México.
El presidente de centroizquierda Alberto Fernández, impulsor del proyecto, promulgó la norma en un acto en el Museo del Bicentenario, en Buenos Aires. Con esta, ley Argentina retoma la vanguardia de conquistas sociales en América Latina. En 2010 aprobó el matrimonio igualitario y en 2012 una ley de identidad de género.
La norma representa “la comprensión por parte del Estado de lo que significa la autonomía reproductiva en la vida de las mujeres”, dijo a la AFP María Teresa Bosio, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir. La organización ha liderado durante más de una década la campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
La movilización de miles de jóvenes y colectivos de mujeres de la llamada ‘marea verde’ fue crucial para que la ley fuera aprobada en el Senado, que había rechazado un proyecto similar en 2018. La ley cruzó en forma transversal a las fuerzas políticas y a la sociedad donde también cobró fuerza un movimiento antiaborto respaldado por las iglesias Evangelista y Católica en el país natal del papa Francisco.
El Gobierno estima que desde 1983 han muerto más de 3.000 mujeres en los 370.000 de 520.000 abortos que se practican cada año en un país con 45 millones de habitantes.
“Nuestro trabajo generó una fuerte incidencia en las instituciones para construir una legitimidad sobre el aborto con el apoyo de la juventud que nos dio una masividad que en los inicios del movimiento no teníamos”, dijo Bosio a modo de balance.
Sin embargo, la ley, que contempla la objeción de conciencia, pone nuevos retos al movimiento feminista.
“Vamos a tener que seguir peleando para garantizar el acceso a este derecho en un territorio tan heterogéneo con actores conservadores que han crecido también en fuerza y poder”, estimó Bosio.
“Como católicas creemos que la ley es un reconocimiento a la idea de que la mujer no solo nace para ser madre y que la sexualidad no tiene que estar atada solo a la reproducción, sino al placer. Que deje de ser lo oculto para ser un aspecto fundamental de la vida”, afirmó la líder feminista.
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