Un hombre cuadripléjico cruzó Los Andes en una bicicleta adaptada
Tras dos días en la travesía, llegó a Chile acompañado de seis amigos.
Luego de sufrir a sus 21 años un accidente jugando al rugby que le provocó una lesión de la médula y lo dejó cuadripléjico, Alexis Padovani a sus 44 años logró cruzar la Cordillera de Los Andes en su bicicleta adaptada para dar el mensaje de que “nuestros propios muros mentales no deben transformar nuestros objetivos en utopías”.
“Podríamos ser unos ciclistas más de los muchos que lo hacen. La particularidad es que yo tengo una lesión medular y semejante travesía significa mucho para todos por la satisfacción de llegar después de 107 kilómetros de trabajar incansablemente en la Ruta Nacional 3. Años atrás era difícil imaginarme cruzando la cordillera de Los Andes en bici adaptada”, reveló.
Realizó el viaje junto a seis amigos el pasado 27 de marzo en la localidad de Tolhuin, en Tierra del Fuego, para dos días después llegar hasta Ushuaia atravesando el Paso Garibaldi hasta el Cerro Castor. El clima, caracterizado por ser permanentemente una lluvia fría espesa con viento en contra y cruzado les complicó el paso en más de una oportunidad.
“Me gusta desafiarme, me gusta aceptarme y entender que cuando hay un trabajo en equipo donde todos cumplen su rol es más fácil lograr los objetivos aunque muchas veces parezcan imposibles”, aseguró el ciclista, y agregó que “siempre tuve el cruce de Los Andes como meta”.
Esto es para que vean que en la condición que estoy, con una lesión medular, puedo ser independiente y manejarme por mi cuenta. Con laburo y dedicación se pueden lograr estos objetivos
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“Yo estaba muy entrenado, me había ido 40 días allá para prepararme. Veníamos laburándolo desde toda la cuarentena, que entrené en casa”, contó Alexis. Este no fue su primer viaje, ya que antes realizó, con su bicicleta adaptada, travesías en montaña recorridos en el Valle de la Luna, San Juan; la Ruta J de Tierra del Fuego y en las Islas Malvinas, donde unió Darwin con Puerto Argentino.
Para esta ocasión, salieron en caravana los seis ciclistas junto a seis acompañantes distribuidos en una camioneta con un jefe de logística, un kinesiólogo y un preparador físico. Junto a ellos fue un auto con un camarógrafo operando un dron, un cuatriciclo con una cámara móvil, un motorhome para un eventual reparo y una escolta de Defensa Civil en una camioneta.
“Tuvimos que trepar con paciencia porque yo voy en una bici de tres ruedas que se tracciona desde un pedal de propulsión simétrica que a su vez es el manubrio de la bici. Cuando el camino lo amerita en la parte trasera de la bici hay un manillar que lo utilizan quienes me acompañan para asistirme como si fueran un cambio más. Por mi lesión yo solo no podría trepar el Garibaldi”, expresó.
Télam
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