Jorge Viñas: “Si uno quiere salir adelante, tiene que dejar la vergüenza de lado”
Jorge Viñas lava autos a domicilio para poder generar un ingreso y sostener económicamente a su familia. Él es oriundo de Villa Ramallo, pero hace algunos años emigró a la ciudad de Zárate en busca de una mejora laboral.
Tiempo después logró poner un kiosco y prestaba servicio de sonido para eventos, pero se volvió junto a su familia a su lugar natal, ya que era muy grande el nivel inseguridad que vivían. El problema comenzó luego de su vuelta, ya que llegaron tres días antes de que decretarán el estado de pandemia y Jorge tuvo que redoblar los esfuerzos haciendo diferentes changas.
“Empecé a limpiar autos a domicilio ya que tenía la necesidad de trabajar. Llegamos a Villa Ramallo tres días antes de que decretaran la pandemia y tuve que rebuscarmelas de diferentes maneras para sostener a mi familia. Comencé a barrer las hojas de las veredas golpeando casa por casa, luego hice poda de árboles, pero deje de hacerlo porque realmente asesinaba a los árboles”. Manifestó Jorge entre risas.
“Luego arranqué a cortar pasto, pero cuando terminó la temporada tuve que ver qué cosa hacía, ya que el trabajo es más discontinuo. Mirando vídeos en YouTube vi que en otros lugares hacían lavado de automóviles a domicilio, entonces ahí surgió la idea de hacer esto, me armé un carro provisorio y comencé”.
Viñas aclaro que “Si uno realmente quiere salir adelante, primero tiene que dejar la vergüenza de lado. Nosotros venimos peleandola desde siempre con mi familia. Hace 30 años atrás me pasó lo mismo ya que me quedé sin trabajo, tuve que salir a la calle a vender bolas de fraile y pan casero, y para llamar la atención de la gente utilizaba un silbato”.
Más allá de las dificultades económicas Jorge se mostró feliz.
“Volvimos a Villa Ramallo en busca de paz y tranquilidad, ya que al vivir en una ciudad grande, como suele suceder, había mucha inseguridad. Con mi mujer Mónica teníamos un kiosco que funcionaba bien y yo prestaba servicio de sonido para eventos, pero dejamos todo, priorizando la seguridad de la familia y acá la encontramos”.
“Mónica estaba muy estresada, tomaba medicación por la tensión que le generaba atender el kiosco dónde se encontraba con personas de mal carácter, alcoholizados e incluso corriendo el riesgo de robo”.
“Hoy ella se encuentra trabajando, no tiene la necesidad de medicarse, ya que la vida acá es diferente y mucho más tranquila. Estamos muy felices”.
“Agradezco a todos los que nos dieron una mano siempre, creo que no hay que perder la humanidad que hay acá, como en las grandes ciudades” Finalizó. Radio Meta Ramallo
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