San Nicolás, la isla de las internas del Frente de Todos
Cinco listas competirán a nivel local en las PASO. Comerio insiste, con Brunelli bancando. Quiénes confrontan. Alta tensión. Escenario licuado, ¿por estrategia?
Lejos de exhibir un claro liderazgo ordenador, San Nicolás, el bastión electoral más voluminoso de la Segunda sección (norte bonaerense), sigue siendo reservorio de múltiples tensiones intestinas en el Frente de Todos (FdT). El distrito se convirtió en una isla apartada de la prédica “unidad hasta que duela” al habilitar la disputa entre cinco listas para las PASO. Junto a Campana, el terruño comandado por la familia Passaglia (otrora en el FpV, hoy en Juntos) es escenario del cruce interno más tupido del FdT en toda la provincia de Buenos Aires.
La nómina que corre con bendición del aparato nacional y provincial del frente es encabezada por Cecilia Comerio. La camporista, actual titular del Consorcio de Gestión del Puerto San Nicolás, fue la candidata del FdT a la intendencia en 2019, cuando cayó por 20 puntos ante Manuel Passaglia. El tenor de esa derrota, sumado a tensiones preexistentes sin zanjar y reclamos no atendidos de “abrir” la lista local, hizo que varios sectores del peronismo nicoleño decidieran jugar internamente con boleta propia. Además, sorprendió que la Junta Electoral frentista haya dado luz verde a semejante cantidad de desafiantes a una dirigente con fuerte banca de Axel Kicillof y Máximo Kirchner.
Firme con gran emoción como precandidata a concejal en mí ciudad.
— Cecilia Comerio (@ComerioCecilia) July 25, 2021
Es un orgullo poder representar a mis vecinos y vecinas.
Agradezco a los compañeros y compañeras del @frentedetodos, a@alferdez, a @cfkargentina, a Máximo y a @kicillofok por la confianza. #LaVidaQueQueremos pic.twitter.com/yYeTmh3Rmk
Hay diferentes hipótesis: la primera, que una nueva poda de listas internas (como sucedió en 2019, para dejar en soledad a Comerio) hubiese generado un cúmulo de heridas insalvables; la segunda, que un escenario licuado beneficia a quien posee mayor estructura y no centraliza la apuesta de los márgenes en una sola boleta contrincante, y, la tercera, que habilitadas todas las ramas en la elección de medio término, todos y todas se cuadran (con el resultado de septiembre como testigo) bajo la máxima peronista camino a 2023: quien gana conduce y quien pierde, acompaña.
En el armado que confluye bajo la referencia de Comerio (donde no solo está La Cámpora) confían en un triunfo y subrayan la presencia territorial en las barriadas y pueblos del distrito. Evitan un tono confrontativo y focalizan en la necesidad de una unidad a futuro que vaya “más allá de las individualidades”. Además del respaldo de “arriba”, la lista cuenta con el espaldarazo de una estructura con presencia en la región: la UOM, comandada allí por Naldo Brunelli, cabeza de lista del Frente de Todos en la Segunda.
En la arena política nicoleña, la entente camporista-metalúrgica se advierte no solo en la incorporación secundando a Comerio del médico Pablo Primucci (exdirector del Policlínico de la UOM), sino también en el desembarco en el Puerto San Nicolás -oficina incluida- de la regional CGT comandada por Hugo Hollman, miembro de la UOM y alineado a Brunelli. Ese movimiento hace que algunas voces portuarias recuerden la injerencia que supo tener años atrás en el puerto la CGT regional, de la mano de Luis Herrera (también metalúrgico bajo el ala de Brunelli), que fue delegado portuario, un rol similar al que hoy ostenta Comerio bajo el esquema de Consorcio.
Sin lugar en ese acuerdo, florecieron otras cuatro listas en el FdT nicoleño. Una de ellas, liderada por el abogado Adolfo Suárez Erdaire, quien fuera jefe de campaña de Ismael Passaglia en 2011, cuando accedió a la intendencia. Antes, Suárez Erdaire había trabajado con el entonces ministro de Justicia bonaerense Eduardo Di Rocco en tiempos de interna local frente a José María Díaz Bancalari. Bajo aquella atmósfera, en su entorno le atribuyen ser quien llevó por primera vez a CFK al distrito, en 2005, en plena disputa ante Chiche Duhalde. Ya con Passaglia, Erdaire reportó en varias áreas del gabinete local hasta que rompió, en 2014. Vía Emilio Monzó, armó el PRO local y durante la era Cambiemos estuvo en Desarrollo Social de la Nación. Con los Passaglia fichando en el ala cambiemista, volvió al redil peronista e intentó jugar en 2019 en la interna del FdT. No tuvo lugar.
Ahora, va por la revancha, pero, voces de su sector, aseguran que lo hace bajo la promesa de trabajar por la unidad post septiembre, pase lo que pase. “El adversario es Passaglia”, definen en sus cercanías, aunque cuestionan “lo cerrado” de la construcción de Comerio. Hubo sondeos y negociaciones entre ambos sectores, pero al no abrirse lugares en la lista, todo cayó. Erdaire ya camina en campaña desde esta semana. A futuro, no descartan admitir un “liderazgo” de Comerio, pero no están dispuestos a quedar al margen del armado que viene. Así, si no hay lugar, sostienen que pensarán “otra plataforma de cara a 2023”.
Por lo pronto, el exfuncionario de Passaglia es respaldado, entre otros, por la agrupación local Vocación Peronista y la seccional de la UOCRA comandada por Mario Almirón. Ese gremio es un sostén clave de este sector para la fiscalización y logística. También, lo banca el Frente Ciudadano Nicoleño comandado por Gabriel Maurino, uno de los dirigentes que -como Erdaire- no pudo jugar con su lista en la interna de 2019 al ser desactivado por la junta electoral frentista.
Otro precandidato, que exhibe mayor nivel de malestar para con Comerio, es el titular del PJ nicoleño, Rubén Andino, quien ejerció cargos en la seccional local de Luz y Fuerza, fue congresal de la CGT, del PJ. Además, fue defensor del Pueblo y secretario de Seguridad de la gestión Passaglia.
En el armado de Andino (que fue secretario de Seguridad de Passaglia) afirman que, post derrota de 2019, la camporista “se olvidó del mundo”. Sobre lo que vendrá post septiembre, recuerdan que la máxima peronista de quien gana conduce y quien pierde acompaña, el camporismo no la cumplió cuando Andino ganó la conducción del PJ local con “el 62% de los votos”. Ante eso, abren un manto de duda sobre alineamientos, aunque no dejan de mencionar la palabra “unidad”.
“Ya probamos en 2019 con la candidata que ahora quiere ser concejal y así nos fue”, ahondan sin dejar de machacarle (como lo hacen en otros rincones del peronismo) la procedencia pampeana de Comerio y que su radicación en la ciudad data de escasos años atrás. Así, rechazaron acuerdos de cúpula, llamaron a asamblea de vecinos y militantes del PJ para conformar la lista que lidera Andino con profesionales y miembros de la sociedad civil.
Las otras dos listas que jugarán la interna del FdT son lideradas por Damián De Cesari (“Peronismo Soberano”), por un lado, y Juan Bebán (“Encuentro Nicoleño”), por el otro.
“Comerio no es una candidata de consenso y muchos de quienes la acompañan en la lista lo hacen porque le dieron lugares, nada más. Abajo, todos opinamos lo mismo”, subrayan en pasillos peronistas para marcar que el Frente Renovador juega alineado a la camporista, pero sin alzar demasiado el perfil, post escándalo del vacunatorio VIP que involucró al referente renovador local Lisandro Bonelli. “Acompaña de atrás”, detallan.
Sea como fuere, en buena parte de la arena política nicoleña ven que, en esta rueda, Comerio se juega parte de su candidatura a la intendencia en 2023. Para iniciar ese camino, analistas locales ven que el desafío de la titular del Consorcio portuario es revertir el fuerte corte de boleta “de casi 14 mil votos”. Allí, focalizan que recuperar más de 4 mil de esos en el centro nicoleño, más otros 5 mil de la zona norte son vitales para dar pelea a los Passaglia.
Fuente: LetraP
Por Damián Belastegui
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