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Sangrado libre: ¿Que es y por que tantas mujeres lo practican?

Opinando San Nicolás google news

La menstruación es algo de lo que no se habla. Desde el líquido azul de las publicidades de toallitas hasta las señas entre mujeres para pedirse un tampón. Desde los variados nombres que hacen alusión al acontecimiento femenino como «Andrés», «me vino», «estoy en esos días», «estoy descompuesta», etc.

Un término que se viene utilizando cada vez mas, es el ‘free bleeding’, o sangrado libre. Con otras palabras, sería algo así como ponerse a una mujer en evidencia, a nivel cultural, intentando naturalizar su estado, lo cual es un proceso fisiológico del que no hay por qué sentir venrguenza.

El sangrado libre también implica generar menos residuos; no poner a la piel y a la vulva en contacto con productos que pueden afectarlas, y ser conscientes de los procesos del cuerpo. La forma de practicarlo varía, y es tan personal como cualquier otro método de gestión de la menstruación. Hay quienes no tienen problema en dejar que fluya, incluso si se manchan. Otras usan toallitas reutilizables o las incipientes menstruales (que tienen diversas capas incorporadas para contener líquido). Están quienes, con más o menos práctica, logran identificar el momento en el que la menstruación bajará, para poder retenerla y liberarla cuando vayan al baño, aunque ésto último requiere de la suficiente práctica.

Las toallitas reutilizables, ideales para acompañar el sangrado libre. Foto Shutterstock.

El sangrado libre es una práctica que realizan más mujeres de lo que se cree. En el caso de Juana, de 36 años, la pandemia fue el momento ideal para probarlo. “Una cocinera a la que sigo por Instagram mencionó que cuando le venía no usaba nada, y me quedé pensando cómo podía ser cierto. Empecé a investigar, lei notas y vi videos para entender cómo lograrlo: muchas habían tardado hasta ocho meses. La verdad que me sorprendí porque pude contener todo sin ningún tipo de problema desde un principio. Era noviembre, justo estaba haciendo home office en una quinta, relajada, empecé de a poquito en el día usando por las dudas una toallita, y la verdad es que podía tranquila aguantar y liberar cuando iba a hacer pis. Para mi fue una revelación, porque usar toallita nunca me gustó, el tampón siempre tuvo muy mala fama, esto de meterse un algodón con químicos adentro la verdad no me gustaba. El free bleeding me dio muchísima libertad, y cuando ya te acostumbrás y lo tomás naturalmente, no estás tan pendiente del período, simplemente viene como cualquier otra cosa y no tenés que estar todo el tiempo viendo si tenés lo necesario para hacerle frente. Cuando empecé, me di cuenta de que tenía que tener mucha consciencia sobre el cuerpo, porque al principio claramente no estaba acostumbrada, tenia que estar pendiente y lograr mantener esa contracción que es normal. Está bueno escuchar al cuerpo y empezar a tener otro registro, poder conocerse y tener esa conexión con la menstruación, que siempre fue concebida como algo que uno trata de evitar, que pase rápido y no moleste”, relata.

Melisa Pereyra, ginecóloga, interpreta que está más ligado a romper con un tabú social que al cuidado del medioambiente. “Uno puede pensar, el sangrado libre, ¿está libre de qué? ¿De elementos de gestión menstrual que contaminan? Porque hoy en día tenemos la copa menstrual que reemplaza los descartables que generan residuos y que alteran el ambiente vaginal. Yo, como profesional y mujer, lo veo más como un acto de deconstrucción de la menstruación“, detalla.

Florencia Salort, ginecóloga, sexóloga y creadora de @flordegineco, sostiene: “Yo estoy de acuerdo con todo si la persona se siente cómoda en usar el sangrado libre y no usar productos de gestión menstrual, es su cuerpo y está muy bien, no hay nada que le haga daño a la vulva que tenga que ver con su propia sangre. Estoy a favor de lo que la persona elija”.

La cuestión fisiológica

Para quienes no tienen inconveniente en mancharse, o quienes eligen toallitas reutilizables o bombachas menstruales, el sangrado libre no genera mayores molestias. Pero, ¿de qué se trata este procedimiento de retener el período? ¿Puede hacerlo cualquiera? ¿Tiene contraindicaciones?. “El coágulo se puede contener cuando una siente que sale, solamente se puede sentir cuando llega a la horquilla vaginal, y cuando es realmente una cantidad importante, ya que el goteo es raro de sentir, se puede contener un ratito hasta llegar a un baño, pero no hablamos de contener todo el día la menstruación, eso es casi imposible”, explica Salort.

Si bien para algunas mujeres puede resultar más o menos sencillo (muy difícil para quienes hayan atravesado partos), la práctica requiere entrenamiento.

Las toallitas y tampones, en el ojo de la tormenta. Foto Shutterstock.

“Quienes practican el sangrado libre tienen esa capacidad de poder manejar la liberación del sangrado, si bien la sangre es un fluido que sale por la gravedad existen ejercicios o ciertos movimientos que podemos hacer con el suelo pélvico para retenerlo. Es algo difícil, no lo hace cualquiera, necesitás un entrenamiento y esa fortaleza del suelo pélvico para sostener un fluido (ejercicios como los de Kegel). Lo que se quiera ejercitar debe ser con profesionales capacitados, hay que asesorarse como cuando vas a un kinesiólogo por un tema muscular en la pantorrilla, porque pueden hacer una hipertonía, pueden hacer un daño a lo que es la musculatura del suelo pélvico. El fluido en sí tampoco se puede retener durante más de 12 horas, es algo que automáticamente cuando vayan a orinar eso se va a liberar, en ese sentido no habría mayor riesgo”, explica Pereyra.

Una vez ejercitado el fortalecimiento del suelo pélvico, el trabajo que queda consiste en conectarse en un entorno tranquilo y en un período libre de estrés con el propio cuerpo, para detectar lo que ocurre en el útero.

Un tema que molesta

Cuando Juana intentó compartir su hallazgo solo recibió evasivas: sus amigas no querían tocar el tema.

“Todavía hay mucho rechazo del sangrado menstrual, se compara con las heces, la orina, pero yo esto lo interpreto como un acto revolucionario: ‘bueno, estoy sangrando, si se filtra no pasa nada, es algo que nos pasa a todas, y si lo puedo retener mucho mejor. Es una mezcla entre práctica y movimiento'”, concluye Pereyra.

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