Manuel Passaglia: “El fin de semana los nicoleños volveremos a caminar y a disfrutar de manera segura el parque”
Con más de 1500 nuevos árboles plantados y senderos seguros para los visitantes, desde el próximo fin de semana se habilitará nuevamente el ingreso al Parque. Días atrás culminaron las obras que el municipio inició luego de que en mayo de 2020 se derrumbara una parte del camino principal. A partir de ese momento se puso en marcha un plan de recuperación de su infraestructura para garantizar la seguridad de sus visitantes y generar un “gran espacio de convivencia entre personas y naturaleza”, tal como lo describió el Intendente.
Las novedades que tendrá son muchas. Desde diciembre, cambiará su nombre y se llamará Eco Parque San Nicolás. “La idea del Eco Parque surgió porque consideramos que tiene que ser un espacio de convivencia entre personas y naturaleza donde se pueda promover el respeto por el medioambiente a través de la experiencia de un paseo rodeado de agua y paisajes privilegiados. Por otro lado, creemos que todos los lugares emblemáticos de San Nicolás deben llevar el nombre de la ciudad. Nos representan y nos hacen sentir cada día más orgullosos de ser nicoleños”, afirmó Passaglia.
“El Parque necesitaba recuperar su valor natural y que los nicoleños fueran protagonistas en este proceso. No se trata de optar entre el visitante y el Parque, tienen que poder convivir los dos como iguales, respetando el entorno y las especies que habitan en un lugar tan rico como este”, explicó el Intendente. Además, sostuvo que recuperar la plenitud del Parque no solo les brindará a los vecinos un espacio donde conectarse con la naturaleza, también le permitirá a la naturaleza estar protegida, cuidada y desarrollar su ecosistema.
Entre los trabajos que se realizaron durante estos meses se destaca la delimitación de la caminería interna, que será de tierra, con un cantero central que divide el tránsito vehicular del peatonal. Además, se trabajó sobre pasarelas y miradores utilizando materiales inertes de construcción aptos para ese espacio, que permitirán descubrir la riqueza del Parque desde una perspectiva distinta.
La cartelería que acompañará los distintos senderos y espacios de uso fue pensada para aportar información sobre la diversidad de especies y características de los diferentes ambientes que conviven entre la barranca, lagunas y arroyo. “El objetivo es que sea un espacio educativo y de integración con la naturaleza, que nos permita a grandes y chicos aprender sobre nuestras especies nativas. Este es el inicio de un proceso que año tras año requerirá intensificar las tareas de recuperación de la flora y fauna local”, concluyó Manuel Passaglia.
Con el objetivo incrementar los controles en el uso y cuidado de todo el predio, se capacitó a un grupo de Policías para que actúen como guardaparques, mientras se busca la formación de un grupo especializado que forme parte del staff permanente. Se delimitó un espacio de estacionamiento para que los autos no se estacionen sobre el césped o entre los árboles, dejando la costa del arroyo y lagunas disponible para el disfrute de las familias.
Antecedentes y desafíos del Parque
Las transformaciones del Parque a lo largo de su historia fueron diversas. Siempre marcó el límite de la ciudad, incluso cuando el río Paraná llegaba hasta nuestras barrancas. Luego, se construyó el camino que hoy conocemos, con el fin de acceder a lo que era el basural de la ciudad. Allí se tiraban las toneladas de residuos domiciliarios diarios que generaban los nicoleños hasta los años 70. Esos desechos, hoy, forman parte de su suelo, que todavía no logró completar el proceso de degradación.
Desde entonces, un continuo de sequías e inundaciones sacudieron su estructura dando forma a sus lagunas, pero también provocando el deterioro del espacio. La principal fue, quizás, la del 2016, donde la crecida registrada junto a la invasión de algunas especies, como las nutrias, ocasionaron que numerosos árboles añejos se terminen secando y desapareciendo. Por eso, además del arreglo del camino, este año se plantaron más de 1500 ejemplares nativos y la idea es ir sumando nuevos cada año.
Pero no solo el pasado es complejo. En mayo de 2020, producto de la extrema sequía y la bajante histórica que aún está sufriendo el Paraná y sus arroyos, parte del camino que permitía a los nicoleños y turistas adentrarse en este espacio se desmoronó y provocó el vaciamiento de una de sus lagunas. “Cuando el camino se desmoronó fue un milagro que nadie saliera herido. El Aislamiento Obligatorio que regía en esa fecha hizo que ese lugar estuviera vacío, cuando lo normal era que hubiera cientos de nicoleños caminando, andando en bici o pescando”, afirmó Manuel Passaglia.
Enseguida, comenzaron los trabajos para su restauración. Pero el desafío es mucho más grande. Buscan que el EcoParque sea un área natural donde el ser humano conviva y disfrute con la naturaleza. “Tuvimos que asegurar el camino para luego comenzar a trabajar en un plan de recuperación integral de todas sus especies, de flora y fauna autóctona”, sostuvo Passaglia. Un desafío que la naturaleza agradece, en épocas donde las áreas del Delta necesitan más que nunca estas acciones de protección.
Con todas estas novedades, desde el próximo fin de semana se podrá volver a ingresar al EcoParque para disfrutar, explorar y conocer el espacio natural más importante que tiene la ciudad y ayudar a protegerlo. Es un desafío en común que tenemos todos los nicoleños.
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