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Histórico: El artista nicoleño Miguel Fernández va por la hazaña en el pre Cosquín con su bombo legüero

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Miguel Fernández, de 38 años, es músico y compositor. Totalmente nuestro, nicoleño, aunque hoy radicado en Estancia Vieja de la provincia de Córdoba. El pasado domingo 12 de diciembre, ganó el preselectivo del pre Cosquín en la sede Villa Carlos Paz en el rubro solista instrumental con un bombo legüero.

Miguel se convirtió en el primer bombisto en la historia en lograr esta proeza, ya que en los cincuenta años que lleva de historia el pre Cosquín, no había ganado jamás un bombisto. Hasta el momento, todos los ganadores fueron premiados por tocar instrumentos autóctonos, e incluso con un saxofón. “A diferencia de todos los otros instrumentos autóctonos, que tienen versiones instrumentales creadas por músicos consagrados, en el bombo no hay una versión de una canción instrumental la cual yo pude haber imitado para poder ir a competir, estas son mis creaciones instrumentales. Uno de mis temas lo titulé ‘Pajarito de madera’ que fue con el que competí, el otro se llama ‘Paloma'”, agregó Miguel a este medio.

De espíritu libre, soñador, y con una fuerza increíble que lo destaca del resto, hoy en día se desempeña como músico callejero y toca el bombo en los semáforos. Estará participando el domingo 19 de diciembre en el Escenario Mayor Atahualpa Yupanqui en La final junto a los ganadores de todas las sedes del pais, donde buscara defender su sueño y ser parte de la grilla del Festival Cosquin 2022.

Su historia, entre preguntas y respuestas

SP- Contanos tu historia, tus comienzos

MFNací en San Nicolás de los Arroyos, tengo treinta y ocho años y mi infancia fue rara. Mi viejo falleció cuando yo tenía tres años. Mi papá se llamaba Fernández Miguel y era el representante legal de Coca Cola en San Nicolás, de la firma Rosario Refresco. Falleció cuando tenía tres años y no lo conocí prácticamente. Me crié con mi mama, que formó familia con mi padrastro. Fue una infancia ausente, mis viejos trabajaban por laburar obviamente, por laburantes, en las épocas en que en Somisa se hacían 16 horas todo el día, entonces me la pasaba prácticamente solo, criado con los vecinos, mi vieja mi iba dejando donde podía. A mi señora, madre de mi hijo, la conocí tocando en el circuito de peñas de Cosquín, es cantante, estaba tocando con su conjunto, yo iba a tocar solo como solista y así formamos familia, formamos un conjunto entre los dos que lo bautizamos ‘Ana de Luján y sus ponchos rojos. Luego tuve la mala fortuna de separarnos y hoy estoy en pareja de nuevo con una chica de mi pueblo. Mi hijo se llama Benjamín, tiene siete años.

SP- ¿Que es lo que te hizo tocar fondo y darte cuenta que era hora de comenzar de cero?

MF- Lo que me hizo tocar fondo creo que fue una suma de cosas, ¿viste cuando te crías así?, medio abandonado, sin amor… la falta de amor en el corazón… te empezas a volver resentido, te empezas a enojar con vos mismo, te llenas de odio, de bronca y bueno, eran tantas cosas que no se me daban, no se me daba con la música, no se me daba con los laburos, todo me venia saliendo una detrás de otra mal y un día me ganó, un golpe de estrés me despertó bipolaridad, empecé a perderme, a marearme , no podía ni llegar a andar por la calle, hasta que me tumbó; medicación, internado. La vida que me había tocado hasta el momento me hizo tocar fondo, sin saber manejarla, sin saber tomarla con amor, después mi vida no cambio mucho, hasta hoy sigo teniendo dificultades, cosas que se dan, cosas que no, pero hoy lo puedo tomar con una  sonrisa, con un cariño entonces como que no me afecta nada ya, a diferencia de ese momento, mis pensamientos, como te crían, pensamiento tan ‘pardusco’ porque mi viejo llegaba y me decía ‘llegue y está mal’, ‘los chilenos son todos unos culiados y unos traidores, los que trabajan en la calle y son músicos son todos unos vagos de mierda’, entonces yo trabajaba en la fábrica porque según él era lo correcto y yo era un infeliz al final, tampoco tenía la valentía para decirle ‘yo quiero otra cosa para mi vida’.


Nacido en cuna de oro, a pasar a ser una familia de laburantes. Su madre pasó de tener un cargo jerárquico a trabajar de mucama y su padre en la fábrica. La calidad de vida pasó de tener un nivel alto a ser de clase media trabajadora, gran realidad de muchas familias nicoleñas en sus años de apogeo y brillantez. Pasar de tener todo a no tener nada y conformarse con lo poco que se podía llegar a tener, a veces quizás un plato de alimento, otras ni eso. Dificultades para pagar los alquileres, a veces viviendo en casa de amigos de la familia. Así es como transcurrió parte de esta historia que sirve de tamaña magnitud para aquellos que dicen ‘Yo no puedo’.


SP- En un programa de radio cordobés, el conductor afirmó que los medios no te dan importancia, ¿Cómo es eso?, ¿Pensás que hay poco interés por parte del periodismo de mostrar tu talento que es genuino y verdadero?

MF: No creo que sea eso, los medios que si me ven me dan importancia, no quizás la que tienen los artistas consagrados o los artistas que trabajan con alguna productora, donde esos mismos se encargan de  llevar tu material a la radio, a la tele y por eso le dan ‘voleo’. En mi caso creo que es porque no me conoce nadie, creo que la mayoría no sabe qué existo, entonces, a grandes rasgos, acá más que una radio local, zonal, los pocos que me conocen cuando me conocen me empiezan a apoyar. Tampoco soy de ofrecerme mucho, simplemente salgo a tocar el bombo a la calle y mi única forma de difundirme es en Facebook donde subo mis videos y muestro mis cosas pero  ahora a raíz de esa nota si me van a llamar de otros lados y uno denota que no te conocen entonces yo creo que más bien es por ahí por el hecho ese de decir ‘si no sabes que existís ¿Cómo te vamos a difundir?.

SP- ¿Alguna vez pensaste que llegarías adonde estás hoy?

MFLo soñé desde muy chico, yo fui al primer pre Cosquín cuando tenía 21 años, hoy tengo 38, y en este interin participé, con esta, siete veces. Uno lo sueña y demás, lo piensa, trabaja en pos, pero hoy que estoy parado acá no me imaginaba que iba a ser así, tan lindo. Me cuesta hasta a mi creer que estoy parado acá.

SP- Vos tocas el bombo, ¿Haces algo más aparte de eso?, ¿cómo te ganas la vida?

Como artista además de tocar el bombo, Miguel es compositor, escribe sus canciones con la esperanza de que en el vecino país de Chile lo escuchen. “Escribí una samba que se llama ‘Bajo el cielo de Chile’, estoy esperando a terminar esto para arrancar con eso viste a trabajar en ese tema ya con un conjunto y demás, volver a retomar mi viejo conjunto que se llamaba ‘Ana de Luján y sus ponchos rojos’ y encarar ese proyecto de Chile”, detalló.

MF- Mi vida es esta, mi trabajo es este, hacer música callejera, vender bombos legüeros, dar clases de bombo legüero, tutoriales más que nada porque por ahí no tengo el tiempo para enseñar. Grabar para aquel que se me arrime y me digas ‘Che, me grabas el bombo’, todo lo que es afín al instrumento, después no, no hago otra cosa gracias a Dios.

SP- ¿Con quien diste tus primeros pasos en la música? ¿Quien te formó?

MF- José Mario Aranda –nacido en Laguna Paiva, provincia de Santa Fé y llva años radicado en San Nicolás– que fue quien me formó como músico, es mi maestro y él no da clases de nada, nunca le enseñó a nadie más que a mí, y yo tampoco nunca tomé clases con ningún otro profesor más que con él, y fue así, de amigos, porque él enseña así, toca de oído y me enseñó de oído.

SP- ¿Cuál es el mensaje que te gustaría transmitirle a todas esas personas que por una u otra razón se encuentran pasando un momento difícil?, ¿Cuál es tu consejo?

MF- Mi creencia dice que todo se puede, que todo se puede lograr, que de todo se puede salir, todo se puede superar, que se puede volver a empezar, los días malos son parte de la vida también y hay que saber tomarlos con el mismo amor que a los buenos y que el que busca cambiar en el bien, el que busca cambiar para bien a la corta o a la larga por añadidura la vida lo bendice, nada es eterno y todo es pasajero, lo bueno y lo malo  y que la vida es muy corta como para estar triste, sufriendo o bajoneado.

Tuve cuatro años de depresión severa, esos cuatro años de tratamiento estuve sin tocar también, por eso empecé a tocar en la calle, porque no tenía con quién tocar, donde tocar, nada, y me supe levantar, me pude levantar porque alguien también habló conmigo, me sembró una palabra de aliento en el oído y así me fui cruzando con otras personas. Creo que sí yo pude que soy una persona como cualquiera ¿porque no va a poder otro?, creo que es cuestión de proponérselo nada más.

SP- ¿Sos felíz?

MF- Claro, soy el hombre mas felíz del mundo, y no solo por este presente, creo que ser feliz es una obligación en esta vida.


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