“La clave está en devolver todo aquello que uno recibió en su momento”
Román Roncolato conduce radio, es docente y periodista. Apasionado de lo que hace. Sus días transcurren haciendo lo que ama e intentando dar siempre lo mejor de sí mismo.
Román Roncolato, de 37 años y nacido en San Nicolás de los Arroyos, es Licenciado en Periodismo, Técnico Superior en Comunicación Social y Docente en los niveles Secundario y Terciario. Ejerce en diferentes ámbitos con un profesionalismo práctico, es un claro ejemplo de ser humano. Hombre de radio y dentro del aula un hermano.
Recuerdo de chico haber trabajado en esos juegos imaginarios de docente, de periodista, realizando alguna publicación impresa que todavía está guardada en casa.
Román Roncolato
En una entrevista radial con ‘Enfoque’, Román transmite con palabras una vida plena, completa desde su infancia hacia el día de hoy. Cuando niño soñaba con ser quien es, traslada las imágenes de su presente con los juegos característicos de una infancia plagada de sueños. “Recuerdo de chico haber trabajado en esos juegos imaginarios de docente, de periodista, realizando alguna publicación impresa que todavía está guardada en casa”, apunta con humor.
En radio, sus primeros pasos ya vaticinaban una adultez orientada al medio. “Jugaba a la radio con un doble casetera. Si le presto atención, en ese momento hacía radio de manera simple, muy casera, estaba atento a todo lo que iba pasando, no había tanto contenido periodístico, o una mirada de oficio, era un juego. Realmente es algo que me apasionó desde chico” relata con voz clara y demostrando su capacidad intacta en el manejo de las pausas y los silencios.
El sueño del pibe
De adolescente, Roncolato fue más allá de lo que un joven en edad temprana acostumbra; recuerda haberse iniciado de manera profesional a sus jóvenes quince años, momentos memorables que marcaron su punto de partida en las emisoras. “Primero fue de manera muy esporádica, de invitado, con alguna entrevista o con una participación breve, y fueron dos momentos muy lindos que los recuerdo como si hubieran sido ayer. El primero cuando me dejaron solo con la mezcladora, la consola para que pudiera intercalar un tema, un spot o una cortina, es decir lo que es operación técnica; y luego cuando tuve mi primer programa de radio. Fueron momentos muy significativos” recordó con nostalgia. “Uno de los primeros programas de radio -En Solitario- lo tengo hasta el día de hoy, hace 18 años en el aire”, detalló Román.
Asimismo, se detuvo sobre su experiencia en las aulas, “entrar en un salón de clases también es como mi lugar en el mundo, donde uno puede ser feliz y en donde uno deja todos sus problemas fuera de ese espacio físico y empieza a disfrutar del momento. Cada momento radial, cada momento en el aula también es único”, expresó.
Como docente, Roncolató empezó en el nivel secundario allá por el año 2010 y en el instituto 178 en el año 2013, “para mí fue volver a casa también”, haciendo referencia a sus años como estudiante de Comunicación Social en ese espacio.
Proyecto de radio
En una recorrida por su vida, Román se explaya y se detiene en un momento peculiar: La fundación de un proyecto de radio en conjunto con personas de su entorno. “Exactamente, hace trece años -en abril se cumplen los trece- fundamos una emisora propia, una emisora comercial, Digital 99.1, con Carlos Franchi, Miriam González y Pablo Romano. Hoy quedamos dos socios de ‘Frecuencia Digital San Nicolás S.R.L.’”, explicó.
En cuanto al contenido de la programación, acentuó la mirada en el abordaje local, aunque con pantallazos en general. “La radio tiene una impronta periodística local, abordamos temas nacionales, internacionales; hay también un abordaje del deporte con coberturas a nivel local y por supuesto nacional pero me parece que la repercusión importante venía por el lado del deporte local, realizando transmisiones deportivas, donde uno hace muchas tareas y actividades; es un emprendimiento que, más allá de las particularidades económicas, suele tener sus momentos de gratitud y siempre se sigue hacia adelante; quisiera que sea para siempre más allá de los cambios que hay en su estructura, de los medios en general”.
Digital 99.1 tiene variedad de contenidos y horarios. “Estamos de lunes a viernes a la mañana y también con programas de producción independiente, uno de ellos también los domingos de 10 a 12 horas”, aclaró.
Román, como profesor, periodista pero principalmente como ser humano, alienta y aconseja a quienes desean sumarse al apasionante mundo radial y comunicacional. “Es difícil dar consejos porque uno lo hace desde el plano de lo personal, de lo subjetivo y las experiencias van cambiando de una persona a la otra. En la radio hay muchas personas que tenemos algo de timidez, aunque no parezca; es un medio de comunicación que permite -por una cuestión de que no se está expuesto al público- desarrollar otras habilidades, de ser extrovertidos en cuanto a la personalidad que uno puede desarrollar en la radio. Realmente van a encontrar un medio muy creativo que los va a atrapar y a apasionar. No conozco personas a las cuales no les haya gustado la radio, todos se han quedado de alguna manera enamorados y tal vez por circunstancias de la vida no siguieron haciendo un programa, la mayoría la elije y se queda”.
Con todas las fichas puestas en este medio, Roncolato se explayó sobre sus virtudes. “Tiene esta gran capacidad de ser un medio de comunicación tradicional que no se desactualiza, que proyecta en la imaginación, en la mente de los oyentes, es el más simple por el otro lado, mas económico, es gratuito, es decir que cualquiera con tener un receptor de radio o en el mismo celular ya puede sintonizar la onda de FM. Es el que sigue llegando al trabajo, el que no molesta, no invade, permite que las personas sigan con sus actividades mientras tienen la radio de fondo”.
Finalmente, y siempre con un sabor humilde, Román viajó al futuro por un instante. Imaginó sus pasos al momento de la tan ansiada jubilación. Pensó realidades y reafirmó su naturaleza tan humanamente social y de servicio hacia el otro. “Falta mucho tiempo para eso. Me gustaría hacer todo aquello que tal vez la rutina, tanto periodística como de la docencia, no deja. Como acercarse tal vez a los barrios más vulnerables, ayudar desde otro lugar en coordinación de equipo. No me veo jubilado por completo, por supuesto que me faltan muchos años pero realmente uno lo piensa como será el día de mañana, como se va a reconvertir todo; ¡los cambios son muy pronunciados!. En diez años cambia no solo la tecnología, sino también las sociedades. Me veo con actividades aun más solidarias, me parece que allí está la clave, de alguna manera es devolver todo aquello que uno recibió en su momento”.
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