SAN NICOLÁS

Vuelve ‘La Morena Rebelde’ a San Nicolás

Fue la primera gaseosa fabricada íntegramente en el país. Desapareció en 1974. La comercializará una pyme de Quilmes que compró la marca y consiguió su fórmula original.

¡Volvió la Bidú!. Después de casi medio siglo, la popular gaseosa cola y la primera bebida fabricada íntegramente en el país que ha tenido una gran rivalidad con las grandes marcas internacionales, regresó a la mesa y a los corazones de los argentinos. Lo hizo con nuevo envase y el mismo logo de antes, pero lo más importante es que conserva su sabor original, tan rica y refrescante que la hace diferente a las demás.

Una pyme familiar de 12 empleados recuperó la marca y apuesta al relanzamiento de la Bidú, un verdadero ícono de los años ’40, ’50 y ‘60 hasta su desaparición, en 1974. Después de 47 años, las nuevas generaciones podrán conocer y disfrutar de #lamorenarebelde (así se promociona ahora, un boom en las redes sociales) como si fuese una tradición heredada de sus abuelos en pleno siglo XXI, en tiempos de crisis y pandemia por coronavirus.

“Nuestro objetivo es llegar a la mesa de los argentinos. Siempre digo que en todo momento difícil hay lugares donde uno puede apostar y yo siempre aposté. Tengo la marca, me ofrecieron la fórmula: por eso dije que es el momento para relanzar la Bidú”, afirma Franco Delfino, dueño de Bebidas Mass, una pyme nacional nacida en 1996, que posee los derechos y también la fórmula original para elaborar la popular gaseosa argentina.

En San Nicolás

Javier Gonález, de 37 años y emprendedor nicoleño, comenzó con la distribución de Bidú en la ciudad, generando al momento tres puestos de trabajo y proyectando la creación de una envasadora con su consecuente puesto de producción para el mes de marzo del año entrante. En San Nicolás se encuentran a la venta los sabores Coca, Lima Limón y Naranja, encontrándose trabajando para incorporar el sabor Pomelo una vez conseguida la fórmula.

“Por el momento es una gaseosa que se fabrica en Buenos Aires pero pronto se va a producir en San Nicolas si entra bien en la gente, por ahora lo que hacemos es distribucion para ver como la aceptan. La Bidú es la primer gaseosa que se inventó en Argentina en 1940, antes le decian la Morena Rebelde”, afirmó Javier a nuestro medio. El costo por unidad es de $60 mayorista, con un precio final que debería ser entre $90 y $100 por unidad. Se puede encontrar en zona norte (Chacabuco 1226), zona centro (Echeverria 189), La Emilia (el 24), barrio San Francisco (Del Pozo 212), barrio Colombini (Angeleli 12), en barrio 12 de Marzo (Derqui 1938), entre otros.

Puestos de trabajo y oportunidad

Tras la escasez de puestos laborales en San Nicolás, González lleva un total de tres personas contratadas en su emprendimiento, remarcando el hecho de dar oportunidades a las personas en una ciudad donde prevalecen los acomodos. “Hay mucha gente que realmente necesita, y las grandes empresas no las toman porque no tienen conocidos, yo tengo dos chicas y un chico trabajando y son excelentes empleados, pero no le dieron oportunidad en otros lados. Hace 5 meses que estan y somos una pequeña familia”, remarcó.

Agradecimiento

Javier agradeció prinicipalmente al intendente municipal Manuel Passaglia por apoyar los emprendimientos de los nicoleños. “No me apego a ningun partido politico pero pude poner un stand el dia de la Virgen gracias a él y cuando lo cruzo siempre predispuesto a sacarse fotos apoyando la gaseosa. Agradezco al intendente por apoyar los emprendimientos de los nicoleños, ¡muchas gracias!”, agregó.

Historia

En 2015, Delfino, quien desde el Parque Industrial de Quilmes también elabora la soda, fernet clásico y común, agua y soda saborizada Mass, compró la marca. Ahora buscará posicionarla en el mercado de bebidas y volver a enamorar a los consumidores.

Botellas de vidrio originales de la histórica Bidú Cola. /Archivo

La Bidú Cola nació en Argentina el 2 de noviembre de 1940, cuando Genesio y Abramo Monti, dos hermanos e inmigrantes italianos provenientes de Lombardía, en busca de un futuro mejor. Primero instalaron la fábrica Unión Italiana Hermanos Monti en Luján, en la provincia de Buenos Aires. Allí elaboraron cervezas, licores, sodas, amaretto y fernet.

En 1940, cuando Abramo regresó de Italia, e inspirados en el rotundo éxito de la Coca-Cola en el mundo, los Monti inventaron una receta a base de hierbas, azúcar y otros ingredientes naturales disueltos en agua carbonatada envasada a baja temperatura y la llamaron Bidú.

Furor en las publicidades

“¡Hay Bidú Bidú!”, gritaban los vendedores ambulantes en la cancha y en los balnearios de la Costa Atlántica durante sus años dorados. El furor por la “morena rebelde” llegó de inmediato debido a la cantidad de campañas publicitarias en radio, TV y en medios gráficos en la época. Su enorme difusión marcó una bisagra en la era comercial. Todo un símbolo en la vida de los argentinos.

Una publicidad de Bidú Cola con la ilustración del humorista Landrú. /Archivo

La popular gaseosa aparecía en “Bidú, todo o nada” con Ivan Casadó, un programa radial de preguntas y respuestas con mucha llegada a todo el país. También contó con la participación del humorista Landrú en algunas revistas como Tía Vicenta.

Así, nació su rivalidad con la Coca-Cola, que llegó al país recién en 1942, dos años más tarde que el nacimiento de la aclamada bebida nacional, y se encontró que la Bidú era su principal competencia.

En 1972, la tradicional bebida argentina atravesó la frontera y se impuso varios países en Sudamérica, principalmente en Perú, Ecuador y Venezuela. Allí lanzaron el comercial “la morena rebelde” con una joven morena a caballo por la ciudad y con frases que invitaban a ser rebelde. El éxito televisivo derivó en el slogan eterno de la Bidú Cola.

Éxito, desaparición y resurgimiento

En 1950, los Monti dejaron la producción de gaseosas cuando The Orange Crush Co compró la fábrica. En 1963, Crush dejó de envasarla.

Delfino elabora la Bidú en el Parque Industrial de Quilmes donde también fabrica la soda Mass. Foto Andres D’Elia.

Fernando Doldán, un ex Crush y también ex empleado de Delfino, es amigo de Carlos Bernacchi, quien trabajaba como químico jarabero en la antigua fábrica de Bidú y había desarrollado el sabor en la época de los Monti.

Cuando Crush la compró, la fábrica desapareció y entonces el hombre pasó a la planta de Atlanta, en Estados Unidos, cuando Coca-Cola absorbió la marca. La multinacional estadounidense adquirió a su rival en 1972 con la intención de hacerla desaparecer del mercado. Finalmente, la popular Bidú dejó de fabricarse en 1974.

En 2017 Bernacchi se sorprendió cuando Doldán le había contado que la bebida cola que había creado tenía un nuevo dueño. Al principio no podía creerlo, pensaba que se trataba de un chiste. Entonces, comenzó a investigar si la marca Bidú tenía un nuevo dueño. Efectivamente, comprobó que era Delfino.

Emocionado por el relanzamiento de la gaseosa que había creado, Bernacchi se contactó con Delfino y decidió regalarle la fórmula original, como si fuese un legado, sin recibir nada a cambio. “A mí me quedó algo pendiente. Buscá el momento para lanzarla, no te apures. Ojalá que tengas mucha suerte”, le dijo el inventor de la Bidú al nuevo dueño.

Afiches históricos publicitando a Bidú Cola, “la morocha rebelde”.

Entonces, Bernacchi hizo una muestra en el laboratorio para que la probara. “¡No podía creer que rico sabor que tiene! Es como si tomaras Coca-Cola y a su vez, no”, señala Delfino.

¿Qué gusto tiene? “Tiene su propia impronta: cuando la tomás sentís como si fuera una gaseosa cola de primera, como la Coca–Cola, pero al final es distinta: te deja como un saborcito a limón muy particular de la Bidú, como si tuvieras ganas de seguir tomando”, cuenta su hija Luciana Delfino, a cargo del departamento de marketing.

La Bidú 2021 combina lo clásico con lo moderno: a diferencia de la tradicional botella de vidrio, ahora viene en un envase de plástico en formato cilíndrico de 2,25 litros. Sin embargo, conserva el logo original, todo un símbolo para esta bebida, y además incluye una reseña de su historia en la etiqueta.

La idea inicial es competir con las segundas marcas y posicionarla en el mercado para luego lanzar la botella de 600cc y otras versiones light, según al nivel de ventas y la respuesta del público. “Me subí arriba de un barco y arriba de una chequera para lo que estamos haciendo hoy con la Bidú. Tampoco soy un loco que me subo donde me subo sino que estoy viendo el bosque y no el arbolito”, reconoce su nuevo dueño.

Según Delfino, la clásica y renovada Bidú se podrá conseguir a “precios accesibles” acorde a la coyuntura actual producto de la crisis económica y la pandemia, con el propósito de llegar a la mesa de los argentinos. Y eso no es todo: llevando dos botellas habrá otra más de regalo en su promo de relanzamiento.

Franco y Luciana Delfino buscan posicionar a Bidú entre las segundas marcas de gaseosas. Foto Andres D’Elia

Delfino recuerda el mal trago que tuvo que atravesar el año pasado, en medio de una cuarentena que duró nueve meses, donde muchas pymes desaparecieron.

“Fue dificilísimo, estuvimos mucho tiempo cerrados, también nos contagiamos de Covid y tuvimos que cerrar de vuelta. Los camiones estaban todos parados y los distribuidores también estaban cerrados porque se contagiaban. La pasamos muy mal, con mucho miedo”, dice.

Pero ahora, después de casi medio siglo, llegó el momento del resurgimiento. “Soy nacionalista y siento un gran orgullo por la Bidú. Cuando me ofrecieron la marca se me vinieron a la memoria un montón de cosas que ahora estoy viviendo. Cuando la compré, pensé que en algún momento se tenía que dar. Fue la primera gaseosa argentina, la compré con ese objetivo: ¡tengo la primera gaseosa que nació en Argentina! Es de no creer. Para mí es fabuloso, esto no se me puede escapar. Es muy fuerte. A pesar de que me salió unos buenos pesos pensé que esto en el día de mañana va a dar sus frutos.”.

Ya hay pedidos en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Chacabuco, San Nicolás, San Pedro, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. La idea es llegar a todos los rincones del país. Además de la clásica Bidú estará la versión en naranja y lima limón.

En las redes

Además de su novedoso desembarco en redes (@Bidugaseosasok, su cuenta oficial en Instagram), la Bidú Cola se transformó en un verdadero objeto de culto: muchos aficionados y coleccionistas buscan adueñarse de elementos de antaño que forman parte del sentido de pertenencia hacia la entrañable gaseosa nacional.

Los artículos de Bidú se venden en Internet por precios que van desde los 130 a los 7.000. /Archivo

En Mercado Libre se comercializan algunas piezas que ya tienen más de medio siglo de vida y forman parte de la esencia de Bidú como botellas de vidrio, un cajoncito con 24 botellitas, destapadores, láminas, publicidades gráficas, chapitas oxidadas y hasta la antigua boleta de una embotelladora ¿Los precios? Desde los 130 hasta los 7.000 pesos. Todo un síntoma de lo que significa el sentimiento y la nostalgia por la Bidú, la primera bebida fabricada íntegramente en la Argentina.


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