La llegada adelantada de la gripe enciende las alarmas por la bronquiolitis
El Covid-19 modificó la circulación de los virus respiratorios. Frente a esto, los especialistas advierten que, igual que la gripe, la bronquiolitis puede tener este año un comportamiento inusual. Qué medidas se pueden tomar para estar preparados y cuidar a los más pequeños.
Desde que empezó a circular en diciembre de 2019, el virus SARS-CoV-2 se propagó de tal forma que generó una pandemia con gran impacto a nivel mundial. A raíz del confinamiento de la población y los cambios de hábitos que produjo, la circulación del resto de los virus durante 2020 y 2021 presentó características diferentes a las habituales, con ausencia de virus respiratorios estacionales como adenovirus, influenza, parainfluenza y virus sincicial respiratorio (VSR), a expensas del Covid-19. Sin embargo, hoy la realidad es totalmente diferente: con la presencialidad plena en las escuelas, el regreso al trabajo y la adaptación a la “nueva normalidad”, estos virus han vuelto a circular.
Entre los que más alarma genera, sobre todo por su impacto en los menores de un año, figura el VSR, uno de los principales causantes de la bronquiolitis. Se trata de una enfermedad de fácil contagio que se transmite de persona a persona por el contacto directo con secreciones nasales.
Muchas veces los adultos y los niños mayores son los reservorios del VSR, pero lo cursan como un simple resfriado. Sin embargo, para proteger a los más pequeños, es fundamental no descuidarse y estar atentos a los síntomas que puedan indicar su presencia para no retrasar la consulta con el pediatra.
En los niños más chicos, los síntomas más frecuentes de bronquiolitis incluyen:
- Tos
- Agitación
- Dificultad respiratoria
- Fiebre o febrícula
- Signos de obstrucción bronquial (sibilancias)
- Rechazo de la alimentación
- Apneas
Es importante destacar que los grupos de riesgo para el desarrollo de una bronquiolitis grave son los nacidos prematuros de alto riesgo, pacientes con afecciones pulmonares y los niños con cardiopatías congénitas. Ellos tienen entre 4 y 5 veces más probabilidades de necesitar hospitalización por esta afección respiratoria que el resto de los chicos.
“En 2021 prácticamente no se registraron casos de bronquiolitis en el país, salvo un pequeño brote inusual en noviembre. Este año, frente a la disminución de casos de SARS-CoV-2, es esperable que resurja. Por eso se instrumentó una vigilancia activa que nos permita detectar de manera temprana la irrupción del virus sincicial respiratorio y así reducir el riesgo de casos graves”, señala la infectóloga Ángela Gentile, jefa de Epidemiología del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”.
¿Cómo reducir la exposición al VSR para evitar estas complicaciones? Básicamente, habría que mantener en el tiempo los mismos hábitos que se adquirieron durante la pandemia:
- Lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón.
- Usar alcohol en gel.
- Mantener al niño alejado de personas que estén enfermas y muestren signos de resfrío y/o fiebre. Evitar que entre en contacto con objetos que pudieran estar contaminados (juguetes, por ejemplo).
- Ventilar los ambientes.
- No enviar al niño a la guardería en los primeros meses de vida, de ser posible. En el caso de que concurra, no deberá asistir mientras curse la enfermedad.
- Evitar el humo, en especial del tabaco, que aumenta la posibilidad de enfermar.
- Mantener la lactancia materna en forma prolongada (incluso si la madre es Covid positivo).
- Tener el calendario de vacunación completo.