El papa Francisco apuntó contra la “locura insensata” de la guerra y pidió nuevamente la paz
El Sumo Pontífice remarcó: "Rezamos para que los responsables de las naciones no pierdan el olfato de la gente que quiere la paz y sabe que las armas nunca la traen".
El Papa Francisco calificó como “locura insensata” la guerra entre Ucrania y Rusia y pidió a los “responsables de las naciones” escuchar a la gente que quiere la paz y el fin del conflicto bélico que tiene a maltraer a todo Europa.
En este sentido, al rezar la oración del Regina Caeli desde el Vaticano, el Sumo Pontífice rememoró “los sufrimientos y lágrimas del pueblo ucraniano”, a lo largo de dos meses de conflicto y sostuvo que “frente a la locura de la guerra se continúa rezando cada día por la paz”.
Por otra parte, añadió: “Rezamos para que los responsables de las naciones no pierdan el olfato de la gente que quiere la paz y sabe que las armas nunca la traen”.
En su típico mensaje, el Papa pidió tener en cuenta “el ardiente deseo de paz de tantos pueblos que en varias partes del mundo sufren la insensata desgracia de la guerra”.
En el marco de los saludos a los fieles, Francisco les dedicó una mención especial a un grupo de refugiados de Ucrania acogidos por familias italianas.
El jefe de la Iglesia Católica destacó que “escuchar significa disponibilidad, docilidad, tiempo dedicado al diálogo”, al tiempo que afirmó: “Hoy estamos abrumados por las palabras y por la prisa de tener que decir o hacer algo siempre. ¡Cuánto cuesta escucharse!¡En la familia, en la escuela, en el trabajo, incluso en la Iglesia! Pero para el Señor sobre todo es necesario escuchar”.
Además, precisó que si se tiene en cuenta que “Él es la Palabra del Padre y el cristiano es hijo de la escucha, llamado a vivir con la Palabra de Dios y llevada de la mano”, el Pontífice invitó a preguntarse: “Si somos hijos de la escucha, si encontramos tiempo para la palabra de Dios, si damos espacio y atención a los hermanos y a las hermanas”.
“Quien escucha a los otros escucha también al Señor, y viceversa. Y experimenta una cosa muy bonita, es decir que el Señor mismo escucha: nos escucha cuando le rezamos, cuando confiamos en Él, cuando lo invocamos”, detalló.
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