GÉNERO

Adecuación corporal de género y la experiencia de María Laura Bramati

La doctora Bramati es cirujana plástica y hace un tiempo comenzó a estudiar para poder llevar adelante operaciones de adecuación corporal de género. Conocé su historia y trabajo en esta nota con Filo.news.

María Laura Bramati es cirujana plástica, recibida de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y forma parte de un equipo de atención transgénero en el Hospital Italiano. La profesional, en diálogo con Filo.news, contó su experiencia en las operaciones de adecuación corporal de género y cómo trabaja con sus pacientes.

En ese sentido, Bramati detalló que si bien ella trabaja desde hace muchos años, un día entró a su consultorio un paciente que la sorprendió. Según su relato, la persona estaba “representando una imagen femenina pero aparece un varón y eso me sorprendió. Creí que me había equivocado”.

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De esa manera, la profesional contó: “Era el primer contacto que yo tuve con un paciente transgénero, quien venía con la intención de hacer una adecuación de su tórax a una imagen que él percibía, que era la imagen de un varón”.

En ese momento, la cirujana explicó que se encontró “de golpe con algo que no me había pasado en todos los años anteriores de mi carrera”. Incluso, manifestó que “no sabía cómo encararlo, cómo responder ni qué decirle”. Sin embargo, remarcó: “Le dije: sinceramente yo no he hecho este tipo de cirugías”.

Según la médica en ese momento, esas operaciones en el país no se hacían porque no estaban permitidas; por lo tanto, se llevaban adelante en Chile“Es por eso que no teníamos experiencias, ni casuística, ni nada”, sostuvo.

No obstante, Bramati recordó que gracias a la ley que salió en 2012 “tuve la posibilidad de formarme para decirle a este paciente dejame ver qué tengo que hacer y vamos para adelante con este tema”.

Al mismo tiempo, la cirujana plástica explicó: “La cuestión fue más allá de lo quirúrgico, porque fue una cuestión de vivencia de ese paciente, de lo que me transmitía con su situación complicada, que me llegó tanto que realmente me vi involucrada pero desde lo afectivo, desde lo humano”.

De esa manera, Bramati remarcó: “Este paciente fue el comienzo de mi contacto con todo este grupo de población y gracias a este paciente me relacioné mucho con todas asociaciones del colectivo LGBT”.

Además, agregó: “Se me abrió el panorama de posibilidades tan grande de conocer vivencias e historias de todo tipo con mis pacientes que realmente me hizo crear amistades con ellos, crear lazos de comunicación y de empatía, que era lo más importante a la hora de atenderlos”.

Incluso, la doctora explicó que ahora la situación “está mucho más visibilizada y normalizada”, cuestión que no sucedía diez años atrás cuando tuvo su primer contacto con un paciente transgénero.

Incluso, resaltó que antes las edades de las personas que consultaban por este tipo de cirugías eran entre 25 y 30 años. Ahora, “la edad promedio es entre 17 y 20”. Sin embargo, aclaró: “Esto no quiere decir que en todos los casos los pacientes lleguen a la operación en ese momento, hay pacientes que se los acompaña hasta que decidan bien cuál es su decisión final en la adecuación corporal”.

Al mismo tiempo, explicó que en la actualidad “hay muchas consultas de pacientes no binarios que simplemente quieren hacer una adecuación parcial de su cuerpo a la imagen percibida”.

De esa manera, manifestó que lo importante en estos casos “es la identidad que perciben cerebralmente”, es decir: “El sexo es una parte de la persona, pero la identidad, lo cerebral, lo que perciben, lo que viven diariamente en su cabeza es lo que nosotros tenemos que priorizar”.

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A su vez, Bramati destacó que en el Hospital Italiano “tenemos un grupo de médicos de atención transgénero”. En ese sentido, contó que allí “los pacientes nos comentan cómo la operación les impacta positivamente en la vida en general”.

Sin embargo, reconoció que “no es general en todos los ambientes médicos tener grupos de atención transgénero porque, más allá de lo médico, hay que tener empatía con la población y tratar de darle una buena atención”.

A pesar de eso, la profesional comentó que recibe “consultas de todos los lugares del país con gente que quiere formarse, enterarse, en la atención de estos pacientes porque involucra muchas especialidades”.

¿Qué hace falta para mejorar?

Bramati manifestó que la realidad es que “la ley está”, sin embargo, remarcó que “no se la acompaña a las posibilidades que tienen las entidades como para realizar este tipo de cirugías”.

Incluso, contó que desde su equipo en el Hospital Italiano “hemos ido dando muchas capacitaciones como para tratar de ir masificando la información”. No obstante, remarcó que “lamentablemente hay muchísima resistencia”.

En ese sentido, explicó: “Es una cuestión generacional, obviamente que la gente con más años tiene más resistencia; pero no te creas que no hay mucha resistencia también desde la juventud“. 

De esa manera, Bramati destacó: “Yo me veo muy comprometida para tratar de abrir esas cabezas para que entiendan y contarles anécdotas de mis pacientes. Realmente trato todos los días de enseñar o hacerles ver que no es una cuestión de querer ser una cosa, es entender qué sienten ser”.

Además, agregó: “Es totalmente diferente a un capricho de una determinada edad, eso es lo que es difícil de combatir a nivel sociedad”.

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