Condenaron a 12 años de prisión a un sacerdote que abusó de dos monjas
El sacerdote, Manuel Fernando Pascual, fue hallado culpable por los delitos sexuales cometidos entre 2012 y 2016. Les decía a sus víctimas que las “absolvía” mientras las sometía.
Un sacerdote fue condenado a la pena de 12 años de prisión por abusar sexualmente de dos religiosas en la congregación Hermanas de San José, en el barrio porteño de Núñez. Los hechos ocurrieron entre los años 2012 y 2016.
El hombre, identificado como Manuel Fernando Pascual fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°3 quien lo consideró responsable del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal perpetrado de manera continuada” contra dos religiosas que integraban la congregación que tenía a su cargo.
El juicio había comenzado en marzo de este año y contó con la colaboración de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). Los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo 27 de marzo de 2023.
Los hechos ocurrieron entre 2014 y 2016 en uno de los casos, y entre 2012 y 2016 en el otro, dentro de la comunidad de las Hermanas de San José, ubicada en Ernesto Bavio al 2800. En ambos casos, se trata de abusos agravados por haber sido ejecutados por un ministro de un culto reconocido; y ambas víctimas fueron querellantes en la causa.
Además, se pudo determinar que los abusos sexuales se extendieron a lo largo del tiempo, y ocurrían durante charlas formativas, espirituales y confesionales, e incluso en medio de distintos sacramentos.
Una vez que la sentencia quede firme se ordenará la extracción del perfil genético del condenado para que sea remitido al Banco de Datos Genéticos, de acuerdo a la Ley N°26.879, que creó el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
El representante del Ministerio Público Fiscal consideró probado que el sacerdote, desde su rol de confesor y guía espiritual, se aprovechó de las distintas vulnerabilidades de las personas bajo su dirección y formación, para someterlas a diversas formas de violencia sexual.
En el juicio, las mujeres declararon que el sacerdote las “confesaba y absolvía de sus pecados” solo si se quitaban la ropa y que rezaba con ellas luego de las violaciones.
Las mujeres también denunciaron situaciones de violencia sexual ocurridas en un lugar denominado “La Ermita”, un campo en la localidad de Capitán Sarmiento donde se realizaban retiros espirituales y misas oficiados por el imputado.
El acusado era el fundador de la Congregación San José, además del director espiritual y confesor de las monjas que allí residían, y el dueño de “La Ermita” donde, durante muchos años, se realizaban retiros que daba él para estas religiosas y otras congregaciones.
Hace 25 años el sacerdote había sido procesado por otros abusos sexuales pero la causa no avanzó y sus abogados lograron la prescripción del caso. A pesar de ello, las mujeres que entonces lo habían denunciado, fueron escuchadas en las audiencias de este juicio.