Francia: un país con una historia feminista potente, donde la igualdad de género sigue pendiente
Las manifestaciones masivas de noviembre en Francia pidiendo nuevas políticas públicas contra las violencias de género dan un indicio del clima actual en relación a derechos de mujeres y LGBTIQ+.
Las manifestaciones masivas del mes pasado en ciudades francesas pidiendo nuevas políticas públicas contra las violencias de género dan un indicio del clima actual en relación a derechos de mujeres y LGBTIQ+, en un país con una profusa historia de referentes feministas que aún impactan en Francia, con quien Argentina jugará la final del Mundial de Fútbol 2022.
Como lo hacemos desde el inicio de la Copa del Mundo, en la previa de cada partido, repasamos la situación del país con el que juega Argentina, desde una mirada enfocada en derechos e igualdad de género, rescatando a las referentes artísticas, del fútbol y las militantes sociales.
Así lo hicimos con Qatar, país anfitrión del Mundial 2022, y con Arabia Saudita, México, Polonia, Australia, Países Bajos y Croacia. Ahora, toca Francia.
La historia reciente mostró a miles de personas manifestando en noviembre en ciudades de ese país pidiendo un presupuesto público anual de 2.000 millones de dólares, pero también una “ley marco” que instaure “brigadas y jurisdicciones especializadas”, una ayuda financiera para la “protección de las mujeres víctimas” de violencias, la creación de 15.000 nuevas plazas de alojamiento y un refuerzo de la educación sobre la vida sexual y emocional en la escuela.
Otra movilización en 2017, el movimiento #BalanceTonPorc (la versión francesa del #MeToo) denunció las agresiones sexuales y el acoso, especialmente en el ámbito profesional que sufrían las mujeres.
Ese año, el presidente Emmanuel Macron hizo de la igualdad entre hombres y mujeres “la gran causa” de su mandato.
Un año después, decenas de miles de personas salieron a la calle reclamando el fin de la violencia hacia las mujeres, convocadas con un manifiesto firmado por 600 profesionales de distintos àmbitos.
Como reacción, el gobierno anunció la convocatoria de un “Grenelle des violences conjugales”, una reunión de ministros, asociaciones y familias de víctimas para luchar contra los femicidios.
Sin embargo, cinco años más tarde el balance es “insuficiente”, según denunciaron en abril pasado un grupo de ONG y asociaciones, entre ellas Oxfam.
Francia ha avanzado en la defensa de los derechos de las mujeres a nivel internacional y la “diplomacia feminista”, tal como denomina a su política exterior, adoptada por el gobierno francés en 2018.
Reelecto en mayo pasado, Macron volvió a hacer la promesa que la igualdad de género será nuevamente el objetivo principal de su Gobierno.
Las cifras indican que desde comienzo del año y hasta el 8 de diciembre hubo 104 femicidios, según datos de colectivos feministas, frente a los 122 del año pasado, dados a conocer por un relevamiento oficial.
En tanto, entre 2017 y 2021, el número de violaciones o intentos de violación registrados por el Ministerio del Interior francés se duplicó, al pasar de 16.900 a 34.300.
El contexto muestra una brecha de género del 79.1%, lo que ubica al país en la posición 15 del ranking sobre un total de 155 países, de acuerdo al Índice Global de Brecha de Género.
1791: Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía
La historia de reclamos por la igualdad de las mujeres se remonta a la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, redactado en 1791 por la escritora francesa Olympe de Gouges parafraseando la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano proclamada el 26 de agosto de 1789, el texto fundamental de la Revolución francesa.
Es uno de los primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres en relación con los varones, Olympe de Gouges fue guillotinada.
Simone de Beauvoir
Francia es también el lugar de nacimiento de una de las máximas referentes del feminismo mundial: Simone de Beauvoir, autora del Segundo Sexo, ensayo fundamental feminista.
Fue ella la quien redactó ‘El manifiesto de las 343’, publicado en 1971 en el semanario Le Nouvel Observateur y firmada por 343 activistas, en el que contaron públicamente haber abortado e iniciaron el camino que terminó con la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en esa potencia europea, cuatro años después.
El Manifiesto causó escándalo en la sociedad francesa y fue uno de los ejemplos más conocidos de desobediencia civil en ese país.
El aborto en Francia y los derechos de personas LGBTIQ+
La despenalización del aborto fue promovida por la abogada y política sobreviviente del Holocausto, Simone Veil, en 1974 y promulgada un año después.
En relación a derechos de personas LGBTIQ+, en el país es legal el matrimonio igualitario, el reconocimiento a la identidad de género; están prohibidas las “terapias de conversión”, y está en marcha el Plan Nacional de Acciones para la Igualdad de Derechos, contra el Odio y la Discriminación hacia esa población.
Figuras francesas y el deporte
En las canchas mundialistas de Qatar la francesa Stéphanie Frappart se convirtió en la primera mujer en ser la árbitro principal en un Mundial masculino. Lo hizo en el partido entre Alemania y Costa Rica, con una terna íntegramente femenina junto a la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz.
En los últimos años, la selección femenina francesa de fútbol -que existe desde 1920- se transformó en una de las mejores del mundo gracias al apoyo de su Federación.
Arte, entretenimiento y mujeres
El mundo del entretenimiento también está, como en muchas latitudes, en plena transformación hacia una mayor visibilidad de sus artistas mujeres. Cuna del cine, Francia lleva una larga historia de realizadoras que cimentan ese crecimiento: desde Alice Guy, la primera directora del mundo, hasta Agnès Varda y Coline Serreau.
Hoy en día, las cifras reflejan una participación de mujeres directoras en el 23% del total de filmes que se producen cada año, un panorama más prometedor que el de otras regiones de Occidente, pero de todos modos desigual. Por eso, desde los últimos años existen organizaciones como el Colectivo 50/50, cofundado por la productora Sandrine Brauer, que busca implementar la paridad de género y medidas para la eliminación de la violencia machista hacia el interior de esta industria.
En consonancia, una nueva generación de cineastas francesas fue haciéndose paso en el circuito comercial y de festivales: Mia Hansen-Love, Rebecca Zlotowski, Katell Quillévéré, Fabienne Berthaud y Alice Diop son algunas de ellas.
Con la misma tendencia, el terreno de la música también tiene antecedentes de peso global como la icónica Edith Piaf o Barbara, pero los avances son lentos.
La expansión del movimiento #MeToo tuvo sus secuelas sobre todo los escenarios: muchas cantantes, de géneros tan variados como el pop, la canción o el rock, están pisando fuerte en la escena. Aya Nakamura lidera como la artista francesa más escuchada en todo el mundo, mientras que la joven y premiada Pomme es ya la consagrada referente del feminismo en su metié. Barbara Pravi, Christine and the Queens, Yseult, Angèle y Suzane, por nombrar un puñado, también acompañan y sostienen el cruce entre las luchas de las mujeres y el cuarto arte.
TRABAJO DE LA EDICIÓN DE GÉNERO Y DIVERSIDADES DE TÉLAM
El Mundial ha sido una oportunidad para conocer y visibilizar derechos, los conquistados, los que faltan y el rol de activistas. Ha sido el objetivo de este especial que fue posible gracias a la tarea en equipo con Clara Olmos, Agustina Ramos , Victoria Ojam, Marina Butron, Marianela Mayer, Matilde Suarez y Nicolás Luna.
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