Arcoíris se quedará con su mamá viviendo en Buenos Aires

El Poder Judicial de la Nación, a través de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes determinó que Arcoirís, la niña de 7 años que denunció los abusos de su abuelo paterno, debe continuar viviendo al cuidado de su madre Delfina Silva Zarranz en la vivienda que ambas comparten en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tras la estrategia de la Justicia de La Rioja de separarla de su madre, librada por la jueza riojana Gisella Flamini, la menor ya había expresado en una audiencia celebra ayer su deseo de continuar viviendo con su progenitora.

La niña acudió a la audiencia en compañía de su abuelo materno, y aunque no progenitor se encontraba en la provincia de Buenos Aires, finalmente no se presentó.

Este miércoles una muralla humana de defensoras de la causa autoconvocadas, entre ellas activistas de la Mesa de Justicia por Arcoíris, que evitaron que Arcoíris sea separada de su madre, después de nueve horas de concentración masiva en la puerta del domicilio en el que la justicia riojana había ordenado un allanamiento y detención de Delfina.

Recién en la madrugada del jueves y debido a la presión mediática, de organizaciones de Derechos Humanos y organismos nacionales, la jueza Flamini tuvo que dar marcha atrás y derogar la disposición que implicaba la criminalización de la madre de Arcoíris.

“Nos apersonamos porque lo que estaba por suceder es una revinculación forzada: la separación de un niño o niña de su mamá o papá en contra de su voluntad, La nena (Arcoíris) estaba en una situación de mucha angustia y estrés”, dijo este jueves a Télam Marisa Graham, defensora de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. 

Emilio Pagotto, abogado de Matías Vergara, padre de la niña, fustigó el accionar de los dispositivos de protección librados por el gobierno Nacional, y se refirió al hecho como “una cama”, citó Página 12.

Dijo que fue una intromisión, y que Graham “obstaculizó el trámite judicial”. También se refirió a los organismos que aseguraron el bienestar de la niña como como “grupos de presión feminista”.

Vergara está denunciado en CABA por violencia familiar y tiene una orden de no acercamiento desde 2022, que ha desobedecido en reiteradas oportunidades. La primera denuncia fue radicada en 2018, la segunda en 2019 y otras tres en 2022.

Arcoíris, nombre ficticio para preservar su identidad, es una niña de 7 años que relató haber sido abusada por su abuelo paterno, a quien vio tras ser llevada por su padre, a pesar de recaer sobre él una prohibición judicial de acercarse a la nieta, en encuentros ocurridos en La Rioja.

Desde entonces, Arcoíris y su mamá gozan de medidas de protección basadas en un informe librado en junio de 2022 por la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, que derivó en que el Juzgado 106 de la Justicia Nacional dictara el resguardo hoy ratificado como vigente.

Dichas medidas están vigentes y desde entonces el padre de la niña tiene prohibido mantener contacto con ella, dado que está denunciado por violencia familiar y se lo acusa de haber permitido los abusos sexuales por parte del abuelo paterno durante años.

Durante la feria judicial, el juez de La Rioja Héctor Daniel Barría, había pedido la captura de la mujer, y la declaró en rebeldía sin mediar un abogado o abogada defensora para comparecer en las audiencias citadas en la causa que se caratuló como “Desobediencia a la autoridad e impedimento de contacto”.

En la Justicia riojana se intentó avanzar con esta imputación penal sin garantizar el derecho a defensa de quien denunció cinco veces los abusos sexuales contra su hija.

Actualmente, Arcoíris está con su mamá y tiene el cuidado provisorio del abuelo materno por un acuerdo que se firmó en la madrugada del jueves a modo de resguardo, tras el asalto policial, con la intención de que continúe con las clases y su vida normal en la Ciudad de Buenos Aires.

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