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Tensión entre Alberto Fernández y Sergio Massa: un llamado y una advertencia inquietante

El ministro se comunicó con el Presidente al regreso de Panamá. Detalles de una conversación dura y un mensaje: “Yo no soy Guzmán”. Quiénes son “los machitos del off the record”, en medio de la feroz interna del Gobierno. En la oposición: la “bomba de Carrió”, Macri y el “almuerzo de familia” de Patricia Bullrich

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El llamado ocurrió apenas puso un pie en Buenos Aires, después de bajar del avión que lo trajo de Panamá, adonde viajó para participar de la asamblea anual del BID. Sergio Massa estaba furioso porque entendía que mucho de lo que se había publicado y dicho en los medios en su contra tenían una única terminal: “laderos” de Alberto Fernández.

Testigos de la llamada telefónica entre el Presidente y el ministro admitieron ante Infobae que el tono fue más que tenso . “No atajan ni un quilombo y boludean jugando a los soldaditos. Sé quiénes dan estos off the récord y les voy a contestar como corresponde, con acción política”, aseguran que le dijo, palabra más palabra menos, Massa al Presidente.

Esa conversación -de la que este medio pudo confirmar sus trazos gruesos- expone el mal momento que atraviesa la relación entre Alberto Fernández y el ministro de Economía, una pieza decisiva de la administración, que es apoyado por Cristina Kirchner y La Cámpora y es reconocido por el círculo rojo como un factor de estabilidad en una economía que acumula tensiones y desequilibrios.

Es al mismo tiempo una discusión inoportuna, mientras la sequía histórica pega con toda la fuerza -estiman que las pérdidas superarán los 20 mil millones de dólares- la última medición de la inflación escaló al 6,6% y la actividad empezó a mostrar signos de fatiga e incluso de agotamiento. Con dólares escasos y caros y presión social en las calles -sean piqueteros o víctimas de apagones-, “el horno no está bollos”. Pero en la cúspide del Poder algunos parecen dispuestos a acercar algún fueguito que otro.

Este fenómeno no es exclusivo de la coalición de gobierno. También en la oposición se multiplican los frentes de conflictos y las relaciones entre antiguos socios crujen, al punto que se ponen al borde de la ruptura. Lo que ocurrió en la alianza opositora en Santa Fe o las tensiones entre los candidatos del PRO de este fin de semana son apenas un botón de muestra.

En política, las discusiones hoy se dan a cielo abierto. Lo cierto es que en medio de las críticas de la oposición por la inflación -la portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, dijo que fue un “dato malísimo”- Massa interpretó que hubo “filtraciones” que buscaron debilitarlo y que esas usinas tenían origen en el entorno presidencial.

Aunque Massa insiste con que no es candidato, en el oficialismo hay sectores -incluso cercanos a la Vicepresidenta- que le reconocen aún potencialidad electoral. Depende de que en la carrera entre salarios y precios los segundos no sigan siendo primeros (y por varios cuerpos). Pero además, debe cumplir la prestación principal que se espera del tigrense: que lleve al maltrecho barco del oficialismo al puerto del 10 de diciembre. Hoy, una enormidad.

En simultáneo, la presión para que Alberto Fernández se baje de su proyecto reeleccionista que ejercen Cristina Kirchner -mañana reaparecerá en el CCK con el Grupo de Puebla- y La Cámpora viene creciendo en intensidad. Pero es enfrentada por el presidente con una suerte de “resistencia pacífica” que debilita, principalmente, a la Vicepresidenta y su grupo.

Fuente
Infobae

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