Día de la Escarapela: Un símbolo de unidad y libertad en la historia argentina

El Día de la Escarapela, conmemorado el 18 de mayo de cada año, tiene sus raíces en una histórica iniciativa impulsada por Manuel Belgrano, uno de los próceres de la independencia argentina. Fue el 13 de febrero de 1812 cuando Belgrano presentó una solicitud al Triunvirato para crear un símbolo que unificara los colores del ejército, que hasta ese momento utilizaban distintivos diversos.

La respuesta llegó el 18 de febrero de ese mismo año, cuando se decretó oficialmente el reconocimiento y uso de la escarapela nacional con los colores blanco y azul celeste, dejando atrás la anterior de color rojo que solía distinguir a las tropas. Según investigaciones realizadas por el Instituto Nacional Belgraniano, se cree que el primer diseño de la escarapela tenía el centro celeste y la corona blanca.

La conmemoración del Día de la Escarapela fue motorizada por el Consejo Nacional de Educación, a partir de una propuesta presentada el 13 de mayo de 1934 por la profesora Carmen Cabrera, directora de la Escuela N.º 4 del C.E. 9º, junto a los profesores Benito A. Favre y Antonio Ardissono, director y vicedirector de la Escuela N.º 11 del mismo distrito.

Aunque inicialmente el Consejo Nacional de Educación autorizó la celebración de la festividad el 20 de mayo, posteriormente, por razones no especificadas, se cambió la fecha al 18 de mayo a través de una resolución emitida el 4 de abril de 1941. Desde entonces, el Día de la Escarapela quedó oficialmente establecido en el calendario escolar argentino.

Lo que en sus inicios fue un distintivo exclusivamente militar, pronto se extendió a la población civil, adoptando el modelo establecido por el ejército. La escarapela se convirtió en un símbolo de identidad nacional y un elemento representativo de la historia y la lucha por la independencia de Argentina.

Hoy en día, el Día de la Escarapela se celebra en todo el país con diversos actos y actividades en escuelas, instituciones y comunidades, en honor a aquel emblema que unificó a los argentinos y representa el espíritu de la libertad y la patria.