GÉNERO

El debate sobre la teoría de género: ¿Resta valor a la realidad biológica del hombre o es un experimento social?

La teoría de la autodeterminación de género es vista por algunos como una amenaza a la realidad biológica del ser humano, ya que desafía la naturaleza humana y sus características innatas. Según esta perspectiva, la autodeterminación de género ignora las diferencias biológicas y fisiológicas entre hombres y mujeres, y en cambio se enfoca en la identidad personal y subjetiva del individuo.

La teoría de género se presenta como una hipótesis que sostiene que la identidad sexual de una persona depende de su entorno sociocultural en lugar de su sexo biológico. Sin embargo, esta teoría es cuestionada por algunos expertos en bioética, como la doctora española Ondina Vélez Fraga, quien afirma que se está llevando a cabo un experimento social que tendrá graves consecuencias a largo plazo.

La autodeterminación de género sugiere que el género y el sexo no están relacionados, pero esta afirmación no es compatible con la realidad biológica de los seres humanos. Según la Fundación Jérôme Lejeune, nuestro sexo biológico es tan determinante como nuestra altura o color de cabello, y no puede ser cambiado a voluntad.

La teoría de género plantea que la identidad masculina o femenina es impuesta por la sociedad, y no se corresponde necesariamente con la realidad biológica de nuestro cuerpo. Esta perspectiva sugiere que cada persona debe interiorizar el rol que debe desempeñar en la sociedad desde su infancia, lo cual puede afectar su desarrollo normal.

La autodeterminación de género, junto con los tratamientos que se utilizan para modificar la apariencia física de las personas, no cuentan con la suficiente evidencia científica, según los expertos. Además, esta teoría resta valor a la realidad biológica del ser humano, ya que se opone a la naturaleza de las personas. El sexo biológico es único e inmutable, y no puede ser modificado por la voluntad de una persona.

Por lo tanto, la idea de que una persona pueda cambiar su género simplemente porque lo siente así, sin importar su biología, es contraria a la ciencia y a la naturaleza humana. La biología y la genética son las que determinan el sexo de una persona desde el momento de su concepción, y esto no puede cambiarse.

Además, la autodeterminación de género puede tener graves consecuencias en la salud y el bienestar de las personas, especialmente de los jóvenes. Los tratamientos hormonales y quirúrgicos que se utilizan para cambiar de género pueden causar efectos secundarios negativos y permanentes, como infertilidad, disfunción sexual, problemas cardiovasculares y psicológicos, entre otros.

Por todo ello, es importante promover una educación basada en la realidad biológica del ser humano, que enseñe a los jóvenes a aceptarse a sí mismos tal y como son, sin necesidad de cambiar su género. También es necesario garantizar que los tratamientos médicos para el cambio de género sean seguros y estén basados en la evidencia científica, y que se respete el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus valores y creencias.

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