Nuevos tratamientos y recomendaciones para hacer frente a la epidemia de miopía
El uso creciente de pantallas de celulares y computadoras, sumado al encierro y la falta de actividades al aire libre, ha generado una nueva “epidemia” de miopía, el trastorno para ver objetos de lejos. Un estudio realizado en Bahía Blanca revela que el 25% de los jóvenes que ingresa a la universidad necesita anteojos debido a la miopía o visión borrosa a distancia. Sin embargo, estudios recientes confirman nuevos tratamientos para la miopía en la infancia y adolescencia, utilizando gotas que pueden evitar su progresión.
Anteriormente, se creía que la miopía tenía un fuerte componente genético y se asociaba principalmente a antecedentes familiares. Sin embargo, ahora se sabe que las condiciones ambientales también desempeñan un papel fundamental en el desarrollo progresivo de la adaptación del ojo a enfocarse en objetos cercanos y la dificultad gradual para enfocar a distancia.
A nivel mundial, los niveles educativos en constante crecimiento y la alfabetización de la población han contribuido paradójicamente al aumento de la miopía. La pandemia y el confinamiento han exacerbado en los últimos años la “epidemia” de miopía tanto en niños como en adultos.
En países como Estados Unidos, aproximadamente el 40% de la población adulta ya padece miopía, pero en Corea del Sur las cifras superan el 80%. Aunque en Argentina se estima que la prevalencia de miopía es baja, la miopía degenerativa, que se caracteriza por un alargamiento progresivo del ojo, afecta a adultos de hasta 50 años en Buenos Aires y se considera la principal causa de discapacidad visual en este grupo de edad. Además, se estima que actualmente hay unos 7 millones de niños con deficiencia visual en todo el mundo, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) pronostica que para el año 2050, 2 de cada 3 personas serán miopes.
En cuanto a los nuevos tratamientos para la miopía, se ha descubierto que las gotas con bajas dosis de atropina, una sustancia que dilata la pupila, pueden ser efectivas para retrasar su progresión en niños. Un ensayo clínico reciente de fase 3 ha confirmado la eficacia de este tratamiento con atropina durante tres años para disminuir la progresión de la miopía en la infancia.
Además de los tratamientos, los oftalmólogos recomiendan ciertas medidas para prevenir el desarrollo de la miopía o disminuir su severidad. Estas incluyen consumir una alimentación equilibrada basada en granos integrales, legumbres, semillas, pescados y frutas, así como dedicar al menos 2 horas diarias a actividades al aire libre. También se aconseja tener una iluminación adecuada al leer, evitar leer o mirar televisión con poca iluminación, mantener una distancia adecuada entre los libros y las pantallas (30-40 cm) y tomar descansos regulares para evitar la fatiga visual y la progresión de la miopía, descansando durante 20 segundos cada 20 minutos de trabajo y mirando a una distancia de 6 metros.
En conclusión, la miopía se ha convertido en una preocupante “epidemia” a nivel mundial, y el aumento en el uso de pantallas y la falta de exposición al aire libre han contribuido a su propagación. Sin embargo, los avances en tratamientos, como el uso de gotas con atropina, ofrecen esperanza para detener o ralentizar su progresión en la infancia y adolescencia. Además, adoptar medidas preventivas y seguir las recomendaciones de los especialistas puede ayudar a mitigar el desarrollo y la gravedad de la miopía en la población.
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