Inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner: Impulso energético para Argentina
El Gobierno argentino inaugura el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner en un hito para la industria energética del país
El Gobierno argentino celebra el Día de la Independencia con la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner en la ciudad de Salliqueló, provincia de Buenos Aires. Esta importante obra estratégica, que ha sido proyectada durante más de una década, se espera que impulse la campaña electoral en curso.
Según estimaciones oficiales, el gasoducto permitirá un ahorro de alrededor de 2.000 millones de dólares en importaciones de gas este año y 3.800 millones de dólares el próximo. El acto de inauguración será encabezado por el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández y el ministro de Economía y precandidato presidencial, Sergio Massa.
Este proyecto, que ha enfrentado diferencias políticas y obstáculos financieros a lo largo del tiempo, resolverá parcialmente los problemas de transporte del sistema gasífero, facilitando así el traslado de la creciente producción de gas no convencional del yacimiento Vaca Muerta hacia los centros de mayor consumo en el Área Metropolitana de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.
La inauguración de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner representa un doble desafío para las autoridades actuales y las que asumirán en diciembre. Deberán continuar las obras complementarias y poner en marcha nuevos proyectos de expansión de la red de gasoductos, que permitirán aprovechar al máximo el potencial de Vaca Muerta.
El costo total de la obra se estima en 1.850 millones de dólares, financiados completamente por el Estado Nacional. Sin embargo, para su finalización definitiva, aún se deben completar la instalación de dos plantas compresoras, cuyo costo asciende a aproximadamente 250 millones de dólares, y otras obras complementarias a lo largo de los gasoductos existentes hasta su ingreso en el Gran Buenos Aires.
Una vez inaugurado, el nuevo gasoducto transportará alrededor de 11 millones de metros cúbicos de gas por día, lo que equivale a aproximadamente el 7,3% del total transportado en esta época del año. Con la puesta en funcionamiento de las plantas compresoras en el último trimestre del año, esta capacidad se incrementará a unos 21 millones de metros cúbicos diarios, satisfaciendo aproximadamente el 14% de la demanda.
Además de sustituir las importaciones de gas natural licuado (GNL) y otros combustibles, la nueva infraestructura permitirá evacuar una mayor cantidad de gas natural producido en la cuenca neuquina, especialmente durante el invierno, cuando el consumo doméstico de gas aumenta debido a las bajas temperaturas.
Esta obra representa un hito importante, ya que es la primera gran obra de transporte de gas ejecutada en el siglo XXI. Contribuirá a mejorar las condiciones de suministro de gas natural en Argentina, un país que alguna vez fue una potencia energética en América Latina pero que perdió su condición de autoabastecimiento exportador en 2011.
En el futuro, se planea llevar a cabo una segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, que conectaría Salliqueló con San Jerónimo, en la provincia de Santa Fe, a lo largo de 521 kilómetros y con un costo total de alrededor de 2.000 millones de dólares. Sin embargo, aún no se ha programado una fecha de inicio para esta fase.
El plan también contempla una importante remodelación del Gasoducto del Norte, que actualmente conecta los yacimientos de Bolivia y la cuenca Noroeste argentina con el Gran Buenos Aires y el Litoral. Esto incluye la vinculación entre el Gasoducto Centro Oeste y el Gasoducto del Norte a través del gasoducto La Carlota-Tio Pujio y otros tramos paralelos del Gasoducto del Norte, con un costo total estimado de 600 millones de dólares.
En esta primera etapa, los beneficios estarán directamente relacionados con la reducción de importaciones de gas y otros combustibles utilizados en la generación de electricidad. Los ahorros en divisas dependerán de los precios futuros de importación de gas, que han disminuido notablemente en comparación con los vigentes en 2022 en Europa y la cuenca atlántica.
En una segunda etapa, se espera que el gasoducto reemplace por completo los aportes actuales de Bolivia y permita exportaciones a países vecinos.
