Worldcoin en Argentina: desafíos éticos y sociales en Ttorno a la biometría y la identificación digital
El mundo tecnológico ha sido testigo de un reciente debate desatado en torno a Worldcoin, una plataforma que está generando un notable impacto tanto a nivel global como en Argentina. Este proyecto ha logrado atraer a una amplia gama de voluntarios en plazas y centros comerciales en todo el país, creando un fenómeno social que ha captado la atención de la comunidad en su totalidad. Aquellos que se suman a la iniciativa liderada por Sam Altman, creador de ChatGPT, reciben una compensación económica a cambio de ceder su biometría del iris, es decir, un escaneo de retina.
Este entusiasmo en torno a Worldcoin ha sido tal que recientemente atrajo la atención de Susana Muscianisi, una fiscal de Mendoza encargada de delitos económicos. La fiscal observó largas filas para realizar el escaneo biométrico del iris y ordenó una investigación sobre los representantes de Worldcoin en Argentina y la región. Aunque aún no se ha determinado si se trata de un delito y si la jurisdicción es competencia federal, las autoridades están evaluando minuciosamente las implicancias legales y éticas de esta iniciativa.
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A su vez, la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) ha iniciado una investigación para indagar en el tratamiento de datos sensibles. Es importante recordar que la agencia tiene como misión promover la participación ciudadana y la transparencia activa, buscando garantizar el acceso a la información pública. En este sentido, el 8 de agosto, la agencia presentó un detallado requerimiento de información a la Fundación WorldCoin.
Persiste la incertidumbre sobre si esta innovadora forma de identificación digital marcará un hito en la evolución de la tecnología financiera o si su adopción planteará desafíos inesperados para la privacidad y seguridad de los usuarios.
Un Vistazo a Worldcoin Para contextualizar y entender mejor este panorama, es importante revisar cómo se ha desarrollado este ecosistema desde sus inicios. En un mundo en el que las criptomonedas están ganando terreno y la Inteligencia Artificial está transformando y redefiniendo el paisaje laboral, Sam Altman, CEO de OpenAI, presentó hace semanas una posible “solución”: Worldcoin.
Según los creadores, esta criptomoneda busca compensar económicamente a quienes se sumen al proyecto, con el objetivo de establecer una red global financiera e identitaria basada en “pruebas de humanidad” (proof of humanity). Aquí se pone de manifiesto el valor económico de la biometría individual; la mera verificación de la identidad tiene su valor. El procedimiento se lleva a cabo a través de “The Orb”, un lector digital que escanea la biometría del iris de las personas en cuestión de segundos.
La criptomoneda, denominada WLD, ya está en circulación y puede intercambiarse en los exchanges habituales en todo el país. Los usuarios registrados pueden recibir estos tokens y comerciar con otros usuarios. La empresa argumenta que el proyecto fue creado para abordar los desafíos emergentes del auge de la IA en la economía mundial. Así, el debate se centra en la visión de los tecnólogos más influyentes del mundo sobre el valor del trabajo en la vida de las personas.
Dilemas, Críticas y Controversias Como muchas otras tecnologías nuevas, Worldcoin despierta innumerables debates
En primer lugar, están quienes critican la idea de intercambiar datos personales por criptomonedas. En segundo plano, se debate la viabilidad de esta solución para los problemas que la IA plantea en el ámbito laboral.
La Inteligencia Artificial ha revolucionado numerosas industrias, optimizando procesos y permitiendo avances inimaginables. Sin embargo, este progreso también tiene sus desafíos. Muchos trabajos corren el riesgo de ser automatizados, y Worldcoin opera como un reconocimiento tácito de la posible obsolescencia humana. Mientras la Fundación Worldcoin habla de un ingreso básico universal, los escépticos sugieren que estamos ante la primera pensión poshumanista.
Aunque Altman busca mitigar los impactos negativos de la automatización a través de Worldcoin, la forma en que esta iniciativa se desenvolverá en la práctica aún está por verse.
Biometría: ¿El Fin del Anonimato?
La biometría, especialmente el escaneo del iris, se ha vuelto cada vez más común en diversos contextos digitales debido a su capacidad de identificación segura. Sin embargo, la entrega de datos biométricos tan sensibles a una entidad privada plantea cuestiones importantes sobre la privacidad y la seguridad. Además, desafía las leyes existentes debido a la falta de regulación adecuada. Aunque la biometría proporciona una identificación única y verificable, su enlace irrevocable con la identidad individual plantea interrogantes éticos y legales.
La posibilidad de que estos datos caigan en manos equivocadas o se utilicen de manera inapropiada genera preocupaciones que van desde la violación de la privacidad hasta riesgos para la libertad personal y la autonomía. La integración responsable y ética de la biometría en la tecnología financiera, como en el caso de Worldcoin, requiere un equilibrio entre innovación y protección, y un análisis detenido por parte de reguladores, la comunidad tecnológica, el sistema judicial y la sociedad en su conjunto.
En Worldcoin, los usuarios están renunciando voluntariamente a uno de los tipos más seguros de identificación biométrica, lo que es fundamental para prevenir futuros fraudes.
