La Cámara de Diputados aprobó la reforma del impuesto a las ganancias presentada por Sergio Massa
La Cámara de Diputados aprobó la reforma del Impuesto a las Ganancias presentada por el candidato presidencial de Unión por la Patria y ministro de Economía, Sergio Massa, la cual tiene como objetivo eliminar la cuarta categoría y elevar el umbral a 1.770.000 pesos.
La votación, que tuvo lugar pasadas las 21.30 horas, resultó en 135 votos a favor, 103 en contra y ninguna abstención. En los palcos, se encontraban presentes Sergio Massa, junto a los líderes de la CGT, Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, con quienes celebró el éxito en el recinto.
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Los votos a favor incluyeron a los legisladores oficialistas, los del bloque de Javier Milei, el peronismo federal y el Frente de Izquierda, entre otros representantes de diversas provincias.
La sesión especial convocada por el oficialismo comenzó a las 13.13 horas, cuando el bloque liderado por Germán Martínez logró reunir el quórum con el apoyo de diputados de la oposición.
Los diputados del bloque del Frente de Todos hicieron hincapié en los beneficios que esta medida brindaría a los trabajadores con altos ingresos que estaban afectados por la cuarta categoría, y señalaron a los representantes de Juntos por el Cambio por haber presentado proyectos similares en el pasado sin avanzar en ellos durante su período en el poder.
Por su parte, la oposición calificó la medida de Massa como “electoralista” y la mayoría de los exponentes de Juntos por el Cambio argumentaron que podría llevar al desequilibrio económico e incluso a una “hiperinflación”.
El proyecto de ley de reforma del Impuesto a las Ganancias tiene como objetivo implementar los cambios a partir de 2024. Entre otras disposiciones, busca eliminar la cuarta categoría del impuesto y crear en su lugar un impuesto cedular que solo se aplicaría a ingresos superiores a 15 salarios mínimos mensuales, que actualmente equivalen a más de 1.770.000 pesos y aumentarán a 2.000.000 de pesos con el próximo ajuste salarial.
Este nuevo impuesto tendrá una tasa progresiva sobre el excedente, que variará del 27% al 35%, y se ajustará dos veces al año de acuerdo al salario mínimo.
Como resultado, solo alrededor de 88,000 contribuyentes, que representan menos del 1% del total de salarios, jubilaciones y pensiones, pagarán el impuesto a las ganancias, según estimaciones oficiales.
El proyecto excluye a cargos de alta dirección en empresas, como directores de sociedades anónimas, CEOs, gerentes y subgerentes. También excluye pensiones de privilegio y funcionarios políticos.
Para los empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados que residen en ciertas provincias (La Pampa, Río Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido bonaerense de Patagones), se aplicarán disposiciones especiales.
El primero en tomar la palabra durante la sesión fue Carlos Heller, oficialista, quien defendió el proyecto como una medida beneficiosa que ajustaría el impuesto a las ganancias al salario.
En respuesta, Luciano Laspina de Juntos por el Cambio criticó la medida como “electoralista” y argumentó que el costo fiscal de la campaña de Massa era inmenso y llevaría a la hiperinflación.
Sergio Palazzo, líder sindical y diputado de Unión por la Patria, respaldó el proyecto y afirmó que la campaña de Massa no era la más costosa del mundo, en comparación con la de Macri.
Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza, anunció su voto a favor del proyecto, argumentando que los impuestos son un robo y que cualquier medida para reducirlos sería bienvenida.
Myriam Bregman, del bloque del Frente de Izquierda-Unidad, respaldó el proyecto y criticó tanto al oficialismo como a la oposición por no defender adecuadamente los salarios de los trabajadores.
José Luis Espert de Juntos por el Cambio argumentó que la iniciativa era una estafa electoral que resultaría en inflación debido a la falta de equilibrio con una reducción del gasto público.
En medio de fuertes discusiones, el proyecto fue finalmente aprobado por la Cámara de Diputados.
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