Desafíos judiciales aguardan a Cristina Kirchner tras el fin de su mandato
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, se encuentra al borde de un nuevo capítulo en su carrera política, que transcurre ahora por los complicados pasillos de los tribunales. Con el término de su mandato el próximo 10 de diciembre, inicia una etapa marcada por tres procesos judiciales orales y públicos que amenazan con poner a prueba su inmunidad parlamentaria.
A pesar de contar con fueros en la actualidad, Cristina Kirchner no está exenta de enfrentar medidas preventivas, aunque por ahora, la figura de la preventiva parece distante gracias a esta prerrogativa. En el pasado, el juez Claudio Bonadio intentó decretar dicha medida en algunas causas, pero la práctica demostró ser infructuosa.
El año 2022 marcó un hito en la vida judicial de la vicepresidenta, al recibir una condena de seis años de prisión por fraude al Estado. El veredicto, relacionado con la adjudicación de obras públicas viales al empresario Lázaro Báez, no será efectivo hasta que se agoten todas las instancias, llegando finalmente a la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, este proceso se encuentra aún en estudio, y la Cámara Federal de Casación Penal deberá definirlo, previsiblemente, a partir del 2024.
Este caso representa el punto más avanzado de los procesos judiciales que enfrenta la vicepresidenta, pero aún queda un extenso camino antes de que la Corte Suprema emita su veredicto definitivo. Previamente, tiene tres procesos adicionales en los que figura como acusada y que la obligarán a comparecer ante el banquillo de los acusados.
El caso “cuadernos”, derivado de las confesiones del chofer Oscar Centeno, ha sido elevado a un Tribunal Oral Federal desde 2019, pero aún no tiene fecha de inicio. Con aproximadamente 160 acusados, es uno de los procesos más significativos de los últimos años, pero la celebración del juicio parece distante.
Otros dos procesos, relacionados con Hotesur-Sauces y el “Memorándum de entendimiento con Irán”, también se encuentran en etapa de juicio oral y público. Sin embargo, debido a diversos planteos y dificultades, carecen de una fecha establecida. En el caso del “Memorándum de Entendimiento”, la complejidad se agrava con la excusa de dos jueces por sobrecarga de trabajo, añadiendo incertidumbre sobre quiénes llevarán a cabo el juicio y cuándo ocurrirá.
El expediente Hotesur-Los Sauces, por su parte, avanza lentamente, con un tribunal aún por establecer y subrogantes en su mayoría. La falta de jueces y la proximidad del fin del mandato de uno de ellos contribuyen a la incertidumbre sobre el proceso, que, de todas formas, se prevé como un camino prolongado antes de llegar a un juicio y, eventualmente, a una condena firme.
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