GPT-4: un año de revolución tecnológica y controversias globales
En un vertiginoso 2023, la criatura informática que cumplirá un año, el GPT-4, ha transformado el universo de las ciencias de la información desde su lanzamiento el 30 de noviembre de 2022 por OpenAI. Este nuevo modelo de lenguaje de inteligencia artificial ha desencadenado cambios profundos en sectores clave como el trabajo, el ocio, la cultura, la ciencia y la política, posicionándose como un pilar fundamental en la cuarta revolución industrial.
La inteligencia artificial, en general, se erige como un elemento central en esta nueva fase del capitalismo, pero el GPT-4 no está solo en este escenario. La digitalización de servicios, la robotización de manufacturas industriales y la Internet de las Cosas están provocando transformaciones silenciosas en el statu quo mundial, sin distinción de regímenes políticos, credos o niveles de vida.
Sin embargo, la controversia rodea al GPT-4 y sus creadores, liderados por Sam Altman de OpenAI. El despido y posterior reincorporación de Altman a raíz de la revelación de un proyecto llamado Q* ha levantado alarmas. Se especula que este proyecto podría impulsar la inteligencia artificial general de manera autónoma, superando a los humanos en tareas económicamente relevantes.
La polémica sobre los riesgos de la inteligencia artificial persiste, con figuras destacadas como Geoffrey Hinton expresando arrepentimiento por su contribución al campo. El debate sobre si estas mentes brillantes están creando inadvertidamente un “monstruo” al estilo del Dr. Frankenstein se intensifica.
Mientras algunos ven al GPT-4 como un motor poderoso para la creatividad, otros advierten sobre los riesgos desconocidos. La reciente disputa en OpenAI y la renuncia de Hinton para hablar libremente sobre los peligros subrayan la complejidad del debate.
En Argentina, expertos como Gustavo Guaragna resaltan la necesidad de comprender que el ChatGPT es solo una faceta de la ambición principal de OpenAI: construir una inteligencia artificial general y, eventualmente, una superinteligencia. La controversia destaca la importancia de garantizar que el desarrollo tecnológico no se vuelva contra la humanidad.
En un contexto de competencia acelerada entre gigantes tecnológicos, la revolución tecnológica avanza a un ritmo vertiginoso. La preocupación por la pérdida de habilidades humanas ante la creciente delegación a las máquinas agrega un componente ético al impacto de la inteligencia artificial en la sociedad.
La revolución tecnológica redefine los contornos de la civilización, como advierte el filósofo Yuval Noah Harari, planteando preguntas éticas y prácticas que la sociedad deberá abordar en los próximos años.
