Innovadora técnica de impresión 3D permite la creación de manos robóticas más humanas
Un grupo de investigadores de la prestigiosa escuela politécnica ETH Zurich, en colaboración con la firma estadounidense Inkbit, ha desarrollado una revolucionaria técnica de impresión 3D que abre nuevas posibilidades en la fabricación de manos robóticas. Esta técnica permite la combinación de materiales de diversa dureza y tiempo de curado, dando como resultado manos robóticas que replican de manera sorprendente la anatomía humana, con “huesos” clásicos, ligamentos y tendones hechos en plástico.
Según los expertos de este instituto suizo, ahora es posible imprimir robots complejos y más duraderos al combinar una variedad de materiales de alta calidad en una sola pasada. Esta innovación tecnológica facilita la combinación de materiales blandos, elásticos y rígidos, proporcionando una versatilidad sin precedentes en la creación de extremidades robóticas.
En una sesión de impresión única, los investigadores lograron imprimir la réplica de una mano utilizando diferentes polímeros de curación lenta. Robert Katzschmann, uno de los autores del estudio publicado en Nature, explicó que están utilizando polímeros de tioleno de curación lenta debido a sus excelentes propiedades elásticas, que los hacen ideales para los ligamentos elásticos de la mano robot. Además, destacó que los robots fabricados con materiales blandos presentan ventajas significativas sobre los convencionales de metal, ya que reducen el riesgo de lesiones al trabajar con humanos y son más aptos para manipular mercancías frágiles.
El equipo de investigación empleó polímeros de curación lenta, que requieren más tiempo para “secar” en comparación con los utilizados comúnmente en impresoras 3D. Para garantizar la precisión y calidad, incorporaron un escáner láser que examinaba cada pieza en busca de irregularidades y las corregía en tiempo real.
Esta novedosa metodología no solo permite que el material de curado lento defina su estructura de manera más precisa, sino que también posibilita la integración de materiales de diferente dureza de manera más efectiva. Los creadores de esta técnica están convencidos de que su desarrollo allana el camino para la creación de robots y prótesis de mayor complejidad, con funciones más similares a las de una mano natural. Este avance representa un hito significativo en la convergencia entre la robótica y la biología artificial, abriendo la puerta a nuevas posibilidades en el campo de la ingeniería biomimética.
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