La evolución de la Marcha del Orgullo: 32 Años de lucha por los derechos LGBTQ+ en Argentina
Hace más de tres décadas, la primera Marcha del Orgullo en Argentina congregó a menos de 300 personas, muchas de ellas disfrazadas por miedo a la discriminación. En un mundo que ha avanzado en la defensa de los derechos de la comunidad LGBTQ+, ¿qué ha cambiado desde entonces? En esta entrevista, hablamos con María Rachid, una destacada activista y referente histórica que ha desempeñado un papel fundamental en la lucha por los derechos LGBTQ+ en Argentina. María es titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y forma parte de la Comisión Directiva de la Federación Argentina LGBT+. Además, fue una de las impulsoras de dos leyes fundamentales en Argentina: el Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género.
Este año, la Marcha del Orgullo no es una más, ya que la creciente oposición de la ultraderecha, encarnada en el candidato presidencial Javier Milei, que se declara abiertamente en contra de la “ideología de género”, amenaza los derechos de las personas LGBTQ+. En este contexto, la marcha se convierte en un escenario crucial para enviar un mensaje claro.
María Rachid señala: “Creo que la marcha crece año tras año porque hay una sociedad que apoya nuestras reivindicaciones, se compromete, se sensibiliza y se informa, y eso hace que la marcha crezca. Por supuesto, hay un sector minoritario, aunque fortalecido por los discursos de odio de los medios de comunicación y la política reciente, que busca conservar sus privilegios y perpetuar la discriminación y la violencia”.
A pesar de que todas las marchas del Orgullo son especiales, la marcha de este año adquiere un significado particular debido al contexto de un balotaje electoral que interpela a la diversidad. María Rachid agrega: “No queremos retroceder, no queremos volver atrás”.
En la última década, Argentina ha implementado diversas políticas públicas y ha respaldado las marchas del Orgullo en todo el país. Esto representa un cambio significativo, ya que en el pasado, el Estado persiguió y discriminó a la comunidad LGBTQ+. Aunque persisten desafíos, las leyes que promueven los derechos de las lesbianas, travestis, trans, bigénero y queer en Argentina son un ejemplo a seguir en materia de derechos humanos. En esta edición de la marcha, se ofrecerán vacunas gratuitas, centros de vacunación para el HPV, análisis rápidos de VIH, y otros servicios de salud esenciales.
La marcha también destaca la diversidad de experiencias en todo el país, ya que no es lo mismo ser LGBTQ+ en Buenos Aires que en otras ciudades. La inclusión de personas de diferentes regiones refleja el espíritu federal de la marcha y su capacidad para articular una respuesta contundente ante la avanzada de la ultraderecha.
María Rachid destaca los esfuerzos para facilitar la asistencia a la marcha, como trenes gratuitos para conectar diferentes provincias y camiones de agua para mantener a los asistentes hidratados. Además, se han tomado medidas para que la marcha sea sustentable y amigable con el medio ambiente. Por primera vez en la historia, la Televisión Pública transmitirá un especial de la Marcha del Orgullo para llegar a todo el país.
Sin embargo, en las horas previas a la marcha, se viralizó un comentario despectivo sobre el matrimonio igualitario por parte de una diputada electa de un partido conservador. Este incidente ilustra la persistencia de actitudes homofóbicas en la sociedad y destaca la importancia de la lucha continua por la igualdad de derechos para la comunidad LGBTQ+.
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