MÚSICA

Babasónicos: una noche épica de pop-rock que marca un hit histórico

Opinando San Nicolás google news

La emblemática agrupación argentina de pop-rock, Babasónicos, originaria de Lanús y forjada a principios de los años noventa, cerró un año intenso con un promedio semanal de entre uno y dos shows, todos completamente agotados. La banda se entregó por completo a su pasión, presentando música nueva en espectáculos propios y grandiosos, dedicados exclusivamente a su fiel audiencia.

“Alguna noche de éstas nos van a venir a buscar y vamos a haber salido de la trinchera, porque lo que sigue es cuerpo a cuerpo”, expresó Adrián al regresar para los bises, antes de presentar su último sencillo, “Tajada”.

Más de 55 mil personas se dirigieron ansiosas hacia esa nueva noche babasónica, en busca de una experiencia única: 30 canciones para recorrer 30 años, desde “Montañas de agua” hasta “Tajada”, en lo que se convirtió en el concierto más grande en la historia del grupo.

El espectáculo inició un poco después de las 21:30, siguiendo la tradición de la banda en sus shows exclusivos. Adrián, Panza, Mariano, Diego, Tuñón, Tuta y Carca, cargaron de energía el escenario, brindando un contenido impresionante.

En sintonía con sus últimos lanzamientos, “Trinchera” y “Trinchera avanzada”, el show arrancó con “Anubis” y recorrió casi todos los temas de ese disco, que les valió dos nominaciones a los Grammy y seis a los Gardel. Puntos álgidos como “La izquierda de la noche”, “Mimos son mimos” y “Bye bye” mantuvieron la euforia popular.

Entre la densidad de la humedad en el ambiente, la banda y el público entrelazaron su danza. Hubo un despliegue impresionante en el escenario, liderado por la efervescencia de Uma y el estilo de Dárgelos. También se percibió en la audiencia, donde grupos de amigos, familiares de distintas edades, parejas apasionadas y solitarios disfrutaron del espectáculo. Porque, contrario a lo que dice la canción de “Trinchera”, la noche no te abandona si Babasónicos forma parte de ella.

El tono celebratorio se mantuvo a lo largo del set, respaldado por versiones desinhibidas de “Microdancing” o “Deléctrico”, intensamente acompañadas por efectos visuales e iluminación. Se creó un ambiente similar a un boliche al aire libre, un videoclip y, en momentos, una simulación de computadoras.

Al igual que esos caballos, yeguas y faunos que son parte del universo de la banda, Babasónicos es un grupo con tracción propia, capaz de ofrecer un espectáculo de estas dimensiones sin dar tregua, encadenando éxitos como “Los calientes”, “El colmo”, “Pendejo”, “Irresponsables” o “La lanza”, donde Adrián se acercó a cantar junto al público.

El set concluyó con temas sin restricciones como “Once” o “Sin mi diablo”, pequeñas exquisiteces como “Vampi” y una de las canciones más icónicas de la última década, “La pregunta”.

Queda claro que la geometría no se limitó al escenario triangular; así como la gente llenó la cancha rectangular del Campo Argentino de Polo, Babasónicos llenó el ambiente con canciones redondas. Desde el inicio hasta el final, desde los pies hasta el cielo, la noche del sábado fue una reivindicación del dominio de un grupo que vive, siente y profesa su arte.

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