El presidente Milei anuncia cambios drásticos en su primer discurso
En un día radiante en la Ciudad de Buenos Aires, el presidente Javier Milei rompió con la tradición al brindar su primer discurso presidencial en las escalinatas del Congreso Nacional, pero no ante la Asamblea Legislativa. Acompañado en todo momento por su hermana Karina Milei y frente a una plaza repleta, Milei juró y recibió los atributos presidenciales, marcando así el inicio de lo que él llamó “una nueva era de paz y prosperidad para Argentina”.
“Hoy cerramos el libro de una larga y triste historia de declive”, proclamó Milei, destacando la necesidad de dejar atrás años de fracaso y peleas sin sentido. El presidente optó por no eludir los desafíos inmediatos, reconociendo que “ningún gobierno ha recibido una herencia peor” que la actual administración. En un discurso de 45 minutos, Milei anunció un ajuste fiscal del 5% del PBI que recaerá sobre el sector público, advirtiendo sobre la inevitable estanflación y el aumento de la pobreza en los próximos meses.
“Aún cuando hoy dejemos de emitir dinero, seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Lo vamos a pagar en inflación”, afirmó con determinación el mandatario nacional. A pesar de las sombrías predicciones a corto plazo, Milei aseguró que “habrá luz al final del camino” y que las decisiones difíciles de las próximas semanas allanarán el camino para la reconstrucción de Argentina.
En un tono firme, Milei destacó que los beneficiarios de planes sociales que corten la calle no recibirán asistencia del Estado, enfatizando su compromiso con un país que apoya a quienes lo necesitan pero que no se deja extorsionar. Con convicciones inamovibles, el presidente afirmó que no perseguirán a nadie y que su proyecto no es de poder, sino de país.
“Que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil, pero lo vamos a lograr. ¡Viva la libertad, carajo!”, concluyó Milei, cerrando un discurso que marcó el inicio de una etapa crucial en la historia de Argentina.
