Gobierno y CGT: desencuentro y cuestionamientos previos al paro del 24 de enero
En el día posterior al anuncio de la Confederación General del Trabajo (CGT) sobre la convocatoria a un paro para el 24 de enero, el Gobierno expresó críticas, argumentando que la protesta responde a “otros intereses” sostenidos por los dirigentes sindicales.
Durante una conferencia de prensa habitual, el vocero gubernamental, Adorni, destacó su sorpresa por la oposición de la CGT a las reformas laborales propuestas. En medio de una situación económica que describió como crítica y preocupante, afirmó que resulta llamativo que no se comprenda la necesidad urgente de una reforma en el esquema laboral.
Adorni argumentó que la falta de crecimiento económico y la ausencia de generación de empleo privado de calidad durante la última década indican la urgencia de cambios. Señaló que la Argentina tiene una baja cantidad de empresas por habitante, salarios comparativamente bajos en la región y una parte significativa de la economía laboral en la informalidad.
El vocero expresó su perplejidad ante la discrepancia de lectura entre el Gobierno y la dirigencia sindical, resaltando que el objetivo de las reformas es mejorar estos aspectos, generando empleo de calidad, fomentando la inversión empresarial y mejorando los salarios.
Además, cuestionó el motivo detrás de la rápida convocatoria a un paro general, recordando que la misma dirigencia sindical no había realizado uno desde 2019. Adorni destacó la pérdida de poder adquisitivo durante la gestión anterior y sugirió que la visión de la CGT podría estar sesgada por otros intereses.
En última instancia, el Gobierno insinuó que el llamado a paro podría estar impulsado por motivos más allá de la defensa legítima de los trabajadores, destacando la falta de precedentes en la convocatoria tan rápida a una medida de este tipo.
