Desigualdad de género en graduados de ciencia y tecnología: solo un 30% son mujeres
En un mundo laboral en constante evolución, la formación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) emerge como un enfoque educativo crucial. La preparación de los trabajadores del futuro se orienta hacia el desarrollo de habilidades para resolver problemas complejos, destacando la importancia de un pensamiento crítico y creativo. Sin embargo, a pesar de la creciente relevancia de las carreras STEM, se enfrenta a un desafiante obstáculo: la brecha de género.
A nivel mundial, solo el 35% de las personas que estudian carreras STEM son mujeres, según la UNESCO. En Colombia, la situación es alarmante, con solo tres de cada 10 graduados en carreras STEM siendo mujeres. América Latina presenta una proporción similar, con un informe de la CEPAL indicando que en la mayoría de los países de la región, la participación de mujeres en carreras STEM no supera el 40%, siendo especialmente crítico en ingeniería y tecnologías de la información.
La investigación de la EdTech revela que la falta de tiempo, dinero y apoyo, junto con la falta de confianza, son las principales razones por las cuales las mujeres evitan las disciplinas relacionadas con la tecnología. Además, existe la percepción de desigualdad en oportunidades laborales, donde las mujeres ingenieras tienen hasta un 95% de posibilidad de empleo, mientras que otras áreas muestran un 40-43%, afectando también la disparidad salarial.
La Sociedad Colombiana de Ingenieros destaca que solo el 14% de los estudiantes de ingeniería son mujeres. Silvana Cataldo, experta en innovación educativa, señala la existencia de prejuicios que consideran a las STEM como áreas no aptas para mujeres. Destaca la necesidad de deconstruir estereotipos desde la educación, estimulando el interés en programación y resolución de desafíos desde el inicio de la formación.
Eliminar la brecha de género en carreras STEM implica desafiar percepciones arraigadas y fomentar una educación inclusiva desde temprana edad. Solo mediante la eliminación de estereotipos y la promoción de oportunidades equitativas, las mujeres podrán contribuir plenamente al desarrollo sostenible y la innovación en un mundo cada vez más orientado a la tecnología.
