GÉNERO

Las mujeres Xiongnu: guardianas del imperio nómada que desafiaron roles tradicionales

Desde el norte llegaron, jinetes arqueros hábiles que lanzaron sus flechas con precisión milimétrica. Los aldeanos chinos de la etnia Han, residentes en las fronteras del norte de China alrededor del año 200 a.C., vieron cómo sus cosechas eran arruinadas y quemadas por estos invasores a los que denominaron “Xiongnu”, una expresión que traduce como “esclavo feroz”. Este término peyorativo buscaba resaltar la supuesta “inferioridad” de estos bárbaros, pero la realidad era diferente: los Xiongnu, conformados por diversas tribus étnicas, representaban el primer imperio nómada del mundo, con una organización política y militar que rivalizaba con la de los Han.

A pesar de la falta de un lenguaje escrito, la historia de los Xiongnu se ha revelado en los secretos enterrados de sus cementerios y los relatos de sus enemigos. Recientemente, estudios genéticos han confirmado una hipótesis sostenida durante mucho tiempo: las mujeres desempeñaron un papel crucial en la sociedad Xiongnu. Los cementerios de élite revelan un sorprendente número de restos femeninos, desafiando la imagen tradicional de los imperios como entidades estáticas.

El imperio Xiongnu, que precedió al famoso imperio de Genghis Khan en aproximadamente 1.000 años, perduró desde el siglo II a.C. hasta el siglo I d.C. en la actual Mongolia y sus fronteras septentrionales hasta el lago Baikal en la Rusia actual. Más allá de su destreza militar, los Xiongnu eran consumados comerciantes, obteniendo lujos de Eurasia a través de la antigua Ruta de la Seda, como sedas chinas, cristales romanos y cuentas egipcias.

Lo más intrigante es que eran las mujeres Xiongnu las que mantenían unido este imperio itinerante. Descubrimientos en cementerios como el de Takhiltyn Khotgor revelan tumbas monumentales dedicadas a mujeres de élite, rodeadas de símbolos imperiales. En estas tumbas, se encuentran objetos de lujo que ilustran la importancia de estas mujeres en la sociedad Xiongnu.

Los cinturones ornamentales, típicamente asociados con la esfera masculina, eran otorgados a las mujeres Xiongnu como símbolo de estatus. Además de su capacidad en la guerra, las mujeres también desempeñaban roles políticos y económicos. Un análisis genético reveló que las mujeres en las fronteras del imperio, cerca de China, estaban genéticamente relacionadas con un rey Xiongnu, indicando alianzas matrimoniales estratégicas para fortalecer el imperio.

Este enfoque matrilineal y la participación activa de las mujeres en diversos aspectos de la sociedad contradicen la imagen convencional de la mujer en las culturas premodernas. Las mujeres Xiongnu, a través de su poder imperial en la frontera y su participación en las redes de la Ruta de la Seda, dejaron un legado que influyó incluso en el futuro imperio mongol de Genghis Khan, siguiendo las reglas matrimoniales establecidas por los Xiongnu.

Este redescubrimiento desafía percepciones históricas y destaca el papel significativo que las mujeres desempeñaron en las sociedades premodernas, refutando estereotipos arraigados sobre los roles de género.

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