Lucha contra el narcomenudeo: Buenos Aires replantea su postura mientras Santa Fe intensifica medidas

En un contexto marcado por la complejidad y urgencia en el combate contra el narcomenudeo, las provincias de Buenos Aires y Santa Fe han adoptado enfoques opuestos. Mientras en la primera se baraja la posibilidad de abandonar la Ley 26.052, promulgada en 2005 para que las fuerzas provinciales combatan este delito, en Santa Fe, bajo la administración de Maximiliano Pullaro, se ha decidido adherir a la misma normativa en un intento por desarticular clanes narcos.

Desde diciembre, Santa Fe ha transferido la responsabilidad de investigar y enfrentar a los vendedores minoristas de estupefacientes a su propia policía y sistema judicial. En contraste, en Buenos Aires, funcionarios de seguridad y justicia nacional debaten la retirada de esta lucha, atribuyendo el aparente fracaso del combate al crimen organizado narco y temiendo la corrupción entre funcionarios judiciales y policiales.

Esta divergencia estratégica implica que, en Buenos Aires, las investigaciones sobre narcotráfico podrían volver a ser competencia del fuero federal y las fuerzas de seguridad federales, según lo estipulado por la ley 23.737. La iniciativa de “desfederalización” propuesta por Felipe Sola solo fue aceptada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Salta, Córdoba y Entre Ríos, mientras que otros distritos continúan delegando en la jurisdicción federal las causas por narcotráfico.

Aunque Santa Fe ha aceptado la desfederalización, aún depende de las fuerzas de Gendarmería nacional, lideradas por la ministra Patricia Bullrich. Esta última ha implementado una estrategia basada en la territorialidad, concentrando efectivos federales en zonas de alto riesgo en lugar de despliegues preventivos. Los resultados iniciales en Rosario son prometedores, con la demolición de búnkeres de drogas y una disminución notable de asesinatos en la primera quincena del año.

El gobernador Pullaro y la ministra Bullrich parecen obtener resultados significativos en la lucha contra el narcomenudeo, marcando un cambio de paradigma en la estrategia. Darío Oroquieta, experto en seguridad, destaca la coordinación entre fuerzas federales, provinciales y judiciales, así como el desbaratamiento de esquemas delictivos, como el clan narco liderado por “Mameluco” Villalba.

Sin embargo, en Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof enfrenta desafíos considerables. Las estadísticas muestran que solo el 10% de las más de 90,000 causas por infracción a la ley de drogas fueron resueltas en los últimos cuatro años. Ante este panorama, Kicillof aboga por unificar los delitos de narcotráfico bajo la esfera federal, reconociendo la necesidad de una colaboración más estrecha entre las jurisdicciones para abordar el problema de manera efectiva.