MÚSICA

Reflexiones sobre el auge y posible declive de los estadios llenos en la escena musical Argentina

Opinando San Nicolás google news

El año 2023 quedará marcado en la memoria colectiva como una extensión del fenómeno vivido en 2022, cuando los recitales en Argentina, tras dos años de restricciones y aforos limitados debido a la pandemia de coronavirus, experimentaron un lleno total sin precedentes. Sin importar el nombre del artista ni el lugar del evento, el público argentino se entregó de manera unánime a la experiencia musical.

Este año, el fenómeno no solo persistió, sino que se exacerbó al máximo. A pesar de las señales que indican un posible cambio en el panorama político, social y económico, el 2023 fue testigo de una avalancha de conciertos que dejaron huella en la escena musical del país. Entre los eventos más destacados, las inolvidables jornadas de octubre marcaron el debut de Taylor Swift en Argentina, consolidándose como el evento artístico del año.

La presencia de una variada gama de artistas internacionales también contribuyó al fenómeno, desde The Weeknd hasta el esperado regreso de The Cure y Blur en el Primavera Sound. La despedida de leyendas como Roger Waters y Kiss, así como la llegada por primera vez de Billie Eilish y Lil Nas X en Lollapalooza Argentina, contribuyeron a un año musical excepcional.

La diversidad de géneros también se hizo evidente con actuaciones que iban desde Snarky Puppy hasta Ricardo Arjona, abarcando gustos tan disímiles como Marc Anthony, Luis Miguel, Caetano Veloso, Ricky Martin, Carlos Vives y Rubén Blades. Todos ellos, sin excepción, colmaron estadios y grandes arenas, consolidando la tendencia de conciertos multitudinarios.

Resulta sorprendente no solo la demanda constante de figuras internacionales, sino también la destacada oferta de shows de estadios por parte de artistas locales, quienes no solo igualaron sino en algunos casos superaron el éxito de sus contrapartes extranjeras. Fito Páez, Divididos, Airbag, Ciro y otros artistas nacionales se lanzaron con éxito a conciertos en estadios emblemáticos.

La lectura rápida de este fenómeno sugiere que la fiebre por el regreso a la presencialidad en 2022 se prolongó, sumándose a la fiebre consumista desatada por el incremento inflacionario. Aun como coletazo de este presente, artistas como María Becerra y Emilia Mernes agotaron entradas para futuros conciertos, demostrando la continuidad del fervor por la música en vivo.

Mirando hacia el futuro, las expectativas para 2024 incluyen shows postergados que finalmente se concretarán, como Megadeth y Morrissey. Sin embargo, la perspectiva económica no permite ser tan optimista, con señales preocupantes como la imposibilidad de traer a Paul McCartney debido a condiciones financieras desfavorables.

Aunque la grilla de eventos para el próximo año aún no está completamente definida, algunas señales indican la posibilidad de un cambio. La tercera edición del Primavera Sound, programada para noviembre, podría ser un punto de inflexión. ¿Persistirá la tendencia de estadios llenos, o el fenómeno de 2022 y 2023 será recordado como un espejismo en una coyuntura particularmente favorable para los espectáculos en vivo? Solo el tiempo dará respuestas a estas incógnitas.

Artículos Relacionados

Volver al botón superior