Terror y tragedia en la vida de Anabelia Ayala: un desgarrador relato de violencia y desesperación
En un desgarrador giro de los eventos, Anabelia Ayala, la expareja de Óscar Junior Benítez, exfutbolista de los clubes Boca y Lanús, ha puesto fin a su vida mientras esperaba una decisión judicial en el segundo juicio en su contra. Benítez, acusado de violencia de género, ya había sido detenido en dos ocasiones tras las denuncias de los familiares de Ayala.
La familia de la joven, devastada por la noticia, reveló que Ayala sucumbió bajo la presión constante y el acoso de Benítez. Incluso durante su arresto domiciliario, él habría desafiado la prohibición de acercamiento, continuando con sus amenazas.
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Belén García, prima de Anabelia, compartió que la constante presión y acoso por parte de Benítez fueron insoportables para Ayala. García señaló que el exfutbolista utilizaba su posición económica para manipular la situación a su favor, llegando incluso a la casa de Ayala para amedrentarla.
El exjugador enfrenta cargos de “coacción agravada por el empleo de arma de fuego en concurso real, con daños, amenazas y desobediencia”. Benítez había ignorado órdenes de restricción anteriores, acercándose a los padres de Ayala y amenazándolos, llegando al extremo de dañar el automóvil del padre de Anabelia.
Juan Carlos, el padre de Ayala, relató cómo su hija tuvo que huir de México de manera clandestina para evitar que Benítez descubriera su regreso a Buenos Aires. Aunque Anabelia no había hablado abiertamente de violencia física, su deseo de regresar y la destrucción de sus pertenencias por parte de Benítez revelaban un nivel grave de control y abuso. La trágica historia de Anabelia Ayala destaca la urgencia de abordar la violencia de género y proteger a las víctimas en situaciones similares.
