El gobierno establece nuevos umbrales para el salario mínimo, vital y móvil: $180.000 en febrero y $202.800 en marzo
En un giro inusual, el Gobierno ha tomado la decisión de fijar unilateralmente los montos del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) para los meses de febrero y marzo. Manuel Adorni, vocero presidencial, anunció en una conferencia de prensa matutina que, tras el fracaso de las negociaciones entre las partes involucradas, el Ejecutivo se vio obligado a intervenir para evitar un vacío en la regulación salarial.
“Las discrepancias entre las cámaras empresarias y los sindicatos han impedido alcanzar un acuerdo sobre el salario mínimo, vital y móvil”, explicó Adorni. “En consecuencia, el Gobierno asume la responsabilidad de fijar estos parámetros, estableciendo un salario mínimo de 180 mil pesos para febrero y de 202.800 pesos para marzo”.
Este aumento representa un incremento del 15% con respecto al monto previo, situado en $156.000, para febrero, y un aumento adicional del 30% para marzo. La decisión de fijar estos montos ha recaído en el secretario de Trabajo, Omar Yasín, debido a la falta de consenso entre las partes involucradas.
El ministro de Economía, Luis Caputo, en declaraciones previas a este anuncio, había adelantado que el SMVM alcanzaría los $202.800 en marzo. “Es un valor de referencia, son las consecuencias de todo lo que hemos vivido”, precisó. “Estábamos en una situación crítica, pero hemos cambiado el rumbo. Va a ser necesario tener paciencia y ajustarse el cinturón. Estamos realizando las acciones necesarias y, cuando se hacen bien las tareas, se obtienen buenos resultados”, agregó Caputo.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una familia compuesta por una pareja con dos hijos necesitó percibir ingresos por $596.823 para no caer por debajo de la línea de pobreza en enero, debido al aumento del 20,4% en el costo de la Canasta Básica Total (CBT).
Esta medida, aunque inusual, refleja la urgencia del Gobierno por mitigar el impacto económico en los trabajadores frente a la escalada de precios y la inflación. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre la capacidad del país para alcanzar un consenso en temas cruciales como el salario mínimo en el futuro.
