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Mama Antula: de beata a santa, un legado de fe y servicio

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El Papa Francisco ha anunciado la canonización de la beata argentina María Antonia de Paz y Figueroa, conocida cariñosamente como “Mama Antula”. Este anuncio llega después de que la Congregación de las Causas de los Santos aprobara un milagro atribuido a su intercesión, ocurrido en 1904. La ceremonia de canonización se llevará a cabo en la Plaza San Pedro, donde Mama Antula será elevada a la categoría de santa.

El camino hacia la santidad de Mama Antula comenzó en 2010, cuando el Papa Benedicto XVI la declaró “venerable”, reconociendo sus virtudes heroicas. Seis años más tarde, fue beatificada en su provincia natal de Santiago del Estero.

La vida de Mama Antula estuvo marcada por su extraordinaria labor como misionera de los Ejercicios Espirituales. El cardenal Angelo Amato la describió como una incansable servidora de Dios, cuyo carisma radicaba en transformar el mal en bien en los corazones de las personas.

Nacida en 1730 en Villa Silípica, provincia de Santiago del Estero, María Antonia desafió las convenciones de su tiempo al negarse a casarse o ingresar a un convento. En cambio, se dedicó a colaborar con los jesuitas en la promoción de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola.

Mama Antula recorrió descalza miles de kilómetros por el territorio argentino, llevando consigo el mensaje de la fe y la ayuda a los más necesitados. Su legado perdura en la construcción de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, donde ofreció refugio y enseñanzas espirituales a miles de personas de todas las clases sociales.

A lo largo de su vida, Mama Antula desafió al poder establecido y defendió la obra de la Compañía de Jesús, enfrentándose tanto al rey de España como al Papa. Su influencia trascendió lo religioso y tuvo un impacto significativo en el movimiento independentista argentino.

Dos milagros, reconocidos por la Iglesia Católica, allanaron el camino hacia la canonización de Mama Antula. El primero ocurrió en 1904, cuando una religiosa se curó milagrosamente después de rezar por la intercesión de la beata. El segundo milagro tuvo lugar en 2004, cuando un hombre se recuperó milagrosamente de un grave estado de salud después de rezar a Mama Antula.

La vida de Mama Antula es un testimonio de fe, servicio y valentía. Su canonización la convierte en la tercera santa argentina y la primera mujer elevada a los altares por el Papa Francisco. Su legado continúa inspirando a generaciones de fieles en Argentina y en todo el mundo.

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