El legado oscuro de la Dictadura en Argentina: reflexiones desde el deporte
Hace 48 años, el 24 de marzo de 1976, Argentina entró en una etapa sombría de su historia con el inicio de la última Dictadura Cívico Militar. Durante ese periodo, que duró hasta 1983, el país fue testigo de un plan sistemático de detención, tortura y desaparición que dejó una cifra devastadora de 30 mil personas desaparecidas.
El deporte, un aspecto fundamental de la identidad argentina, no escapó a las garras de la dictadura. Desde el primer día de su ascenso al poder, el régimen militar se aseguró de usar el deporte como herramienta de propaganda y distracción. Incluso permitieron interrumpir la censura para transmitir un partido de la Selección Nacional, mostrando su interés en manipular la percepción pública a través del deporte.
Una de las decisiones más polémicas fue la confirmación de Argentina como sede del Mundial de Fútbol de 1978. Aunque inicialmente presentado como un evento deportivo, se convirtió en un escenario político donde el presidente de facto, Jorge Rafael Videla, buscó legitimar su régimen. La final, donde Argentina venció a Holanda, se convirtió en un espectáculo para enmascarar la realidad de represión y violación de derechos humanos que ocurría en las sombras.
Ariel Scher, periodista y activista por los derechos humanos, señala que el deporte, especialmente el fútbol, fue instrumentalizado por la dictadura para ganar apoyo popular y promover su agenda. Entre los desaparecidos se cuentan al menos 220 deportistas, destacando la tragedia que afectó a todos los ámbitos de la sociedad argentina.
Sin embargo, la memoria es el verdadero bastión contra el olvido. Gracias al incansable trabajo de organizaciones como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto con diversos organismos de derechos humanos, se ha iniciado un proceso de reconstrucción de la memoria en Argentina. Los clubes, pilares fundamentales de la sociedad, también se han sumado a este esfuerzo, reconociendo a los deportistas desaparecidos y reafirmando su compromiso con la verdad y la justicia.
La Coordinadora de Derechos Humanos de Fútbol Argentino es un ejemplo de esta solidaridad entre hinchas y socios de diferentes clubes, que buscan mantener viva la memoria de los desaparecidos. Este domingo, en conmemoración del 24 de marzo, marcharán juntos, recordando a aquellos que fueron víctimas de la represión, pero también celebrando la resistencia y la lucha por un futuro más justo.
Boca y River, dos de los clubes más emblemáticos del país, han honrado a sus socios desaparecidos, restituyendo carnets y realizando emotivos homenajes. Este gesto simbólico no solo reconoce el pasado oscuro, sino que también reafirma el compromiso de estos clubes con los valores de memoria, verdad y justicia.
En las tribunas, en cada partido, en cada gol, se hace eco el grito de “¡Nunca más!”. Porque recordar es resistir, y en la memoria de los desaparecidos se encuentra la fuerza para construir un futuro donde los derechos humanos sean inquebrantables y el deporte sea verdaderamente inclusivo y libre de toda sombra de opresión.
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