El Papa Francisco omite su homilía en la Misa del Domingo de Ramos

Durante la multitudinaria celebración del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco sorprendió al omitir la lectura de su homilía, un gesto inusual que generó especulaciones y sorpresa entre los fieles presentes. A pesar de este inesperado giro, el Sumo Pontífice continuó presidiendo el servicio con solemnidad, llevando a cabo otras partes de la liturgia y pronunciando la oración del mediodía.

El hecho de que el Papa se saltara completamente la homilía, especialmente en un evento tan destacado como el inicio de la Semana Santa, no pasó desapercibido. Aunque el Vaticano no proporcionó una explicación inmediata, la cobertura televisiva mostró brevemente a la multitud antes de que un locutor de Radio Vaticano informara que el Papa había decidido no leer su discurso preparado.

Este gesto coincidió con la preocupación pública por la salud del Papa, quien en las últimas semanas había enfrentado problemas de bronquitis intermitente y gripe. A pesar de estos contratiempos físicos, Francisco continuó liderando el servicio con su característica determinación.

En su mensaje durante la oración del Ángelus, el Papa condenó un reciente acto de violencia que cobró la vida de numerosas personas en una sala de conciertos cerca de Moscú, calificándolo como un acto vil e inhumano que ofende a Dios. Además, pidió oraciones por aquellos que sufren a causa de conflictos en diferentes partes del mundo, recordando específicamente a los afectados en Ucrania y Gaza.

A pesar de su dolencia en la rodilla y su práctica habitual de presidir las misas sentado cerca del altar, Francisco recorrió la plaza al final de la celebración en un vehículo descapotable, saludando a la multitud con entusiasmo y aparentando estar en buen estado de salud, lo que tranquilizó a los presentes.

En resumen, la omisión de la homilía por parte del Papa Francisco en el Domingo de Ramos, aunque inusual, no impidió que el servicio transcurriera con solemnidad y devoción, destacando la determinación y el compromiso del Sumo Pontífice incluso en medio de desafíos de salud.